Conflicto

Tan solo una activista española de la Flotilla permanece en Israel, acusada de morder a una funcionaria

El segundo grupo de 27 activistas llegó anoche en distintos grupos desde Atenas a bordo de vuelos directos a Madrid, Bilbao y Barcelona

Pilar Castillejo en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, a 6 de octubre de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). Un grupo de 27 españoles de la flotilla Global Sumud que quedaban en Israel ha vuelto a España en tres vuelos, uno militar con destino Madrid y dos comerciales con destino Barcelona y Bilbao. Entre la llegada del domingo, 5 de octubre, y hoy ya son 48 de 49 los españoles que han regresado tras ser detenidos por el Gobierno de Israel. La integrante que falta sigue de...
Llegada de algunos de los integrantes de la Global Sumud Flotilla a BarcelonaLorena SopênaEuropa Press

Un segundo grupo de 27 activistas españoles de la flotilla Global Sumud interceptada por Israel llegó este lunes a España en diversos vuelos y coincidieron en denunciar el mal trato recibido e incluso que sufrieron torturas "de bajo impacto" tras su detención.

Del total de 49 españoles que viajaban en la flotilla interceptada por Israel la semana pasada, 21 regresaron el domingo a España y otros 27 lo hacían esta noche en distintos grupos desde Atenas a bordo de vuelos directos a Madrid, Bilbao y Barcelona. Queda una activista cuya detención ha sido prorrogada por las autoridades israelíes, acusada de morder a una funcionaria de la de la prisión de Ketziot.

El grueso del segundo grupo de repatriados llegó al aeropuerto de Madrid-Barajas en un avión A-400 de la Fuerza Aérea Española que les trasladó desde Atenas, a donde llegaron en otro vuelo desde Israel. El avión militar español, que salió este lunes desde Zaragoza hasta Atenas para regresar horas después a España, llegó al aeropuerto madrileño pasadas las 23.12 horas.

Desde mucho tiempo antes, centenares de personas se congregaron en las instalaciones de la terminal 2 de Barajas, por donde salieron los activistas, coreando consignas en favor de Palestina y en contra de Israel. Los congregados también dieron vivas a la flotilla, portaron pancartas dando la bienvenida a los activistas y lucieron banderas palestinas.

"¡Las niñas de Gaza no son una amenaza!", "¡No es una guerra, es un genocidio!", "¡Viva Palestina libre!" y "¡Gaza aguanta el mundo se levanta!" fueron algunos de las frases que corearon los congregados, además de "¡Israel asesina, Europa patrocina!" y "¡Palestina vencerá!".

La ministra de Sanidad, de nuevo en Barajas

Como ocurrió también este domingo con el primer grupo de activistas repatriados, al aeropuerto madrileño acudieron de nuevo la ministra de Sanidad, Mónica García, de Sumar; la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, e Irene Montero, eurodiputada de la misma formación.

"Segunda noche emocionante en Barajas. Ya está en casa el segundo grupo de españoles secuestrados ilegalmente por Israel. Gracias por vuestra valentía. Viva la flotilla y Palestina libre", escribió la ministra en su cuenta de X.

Aunque la intención del envío del avión militar era traer a todos los activistas que quedaban en Israel, algunos de ellos decidieron viajar en vuelos comerciales directamente a Bilbao y Barcelona, sus lugares de residencia.

Varios integrantes de la flotilla denunciaron en Madrid haber sufrido torturas "de bajo impacto" tras su detención, además de mal trato y vejaciones por parte de las autoridades israelíes. Lucía Muñoz Dalda, coordinadora de Podem Illes Balears y secretaria de Vivienda de Podemos, y Alejandra Martínez, colaboradora de Canal Red, relataron las penalidades sufridas durante su arresto.

Las activistas demandaron al Gobierno las gestiones necesarias para lograr la puesta en libertad de Reyes Rigo, la única española que sigue en Israel acusada de haber mordido a una funcionaria en la prisión. Por su parte Serigne Mbaye, secretario antirracismo de Podemos, denunció precisamente el trato racista que dice que recibieron tras su detención, y que fueron tratados como animales.

¿Nos han robado todas nuestras pertenencias, nos han pegado, nos han humillado, nos han torturado con diferentes técnicas sibilinas¿, relató otro de los activistas.

A Barcelona llegaron en un vuelo comercial una docena de activistas catalanes, que fueron recibidos por sus familiares, así como por el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, y el conseller de Unión Europea y Acción Exterior de la Generalitat, Jaume Duch, que gestionó el vuelo que les permitió volar de Atenas a Barcelona.

Acciones legales por "secuestro"

Los activistas salieron por la zona de llegadas, donde les esperaban decenas de simpatizantes de la izquierda independentista y sindicalistas, dirigentes de la CUP como Su Moreno, así como representantes de otros partidos como Jordi Coronas -concejal de ERC y miembro de la flotilla liberado ayer domingo- o los diputados de Comuns Susanna Segovia y Andrés García Berrio.

En el aeropuerto la presidenta del grupo de la CUP en el Parlament, Pilar Castillejo, anunció "acciones legales" para denunciar el "secuestro" de los activistas de la Global Sumud Flotilla a manos del Estado de Israel.

En Bilbao, decenas de personas recibieron en el aeropuerto con banderas palestinas a cuatro de los activistas españoles que integraban la flotilla Global Sumud que se dirigía hacia Gaza.

Se trata de José Osés, Itziar Moreno, ambos condenados en el pasado por su pertenencia a ETA; Mikel Zuloaga y Abdel Karim El Khamlichi, todos ellos vinculados al Movimiento Global por Gaza de Euskal Herria, que aterrizaron sobre las 23:15 horas.

Los activistas abandonaron las instalaciones del aeropuerto entre abrazos y gritos de apoyo de las decenas de personas que les recibieron y corearon lemas como 'Boicot Israel' y 'Palestina askatu' (libre). Itziar Moreno declaró a su llegada que "es hora de cesar todo acuerdo económico, cultural, político, deportivo o académico con Israel", porque el llamado proceso de paz en Gaza "es un engaño". "Mientras los palestinos no puedan dormir tranquilos no es posible que en Euskal Herria algunos sigan lucrándose con la economía del holocausto", señaló.

EFE