Análisis

Unificación de la derecha

La abstención y la fuga a la derecha, afecta al PSOE

Imagen del acto hoy del PP en Galicia con Alberto Núñez Feijóo
Imagen del acto hoy del PP en Galicia con Alberto Núñez FeijóoPartido Popular

La unificación del voto de la derecha comenzó en las elecciones generales de noviembre 2019, en las que el PP ya demostró ser el líder de la causa del centro derecha en España. Comenzaba la concentración del voto en el Partido Popular con el hundimiento de Ciudadanos. En las últimas elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid y Andalucía se aceleró el proceso y los naranjas quedaron definitivamente como una fuerza extraparlamentaria.

A día de hoy 1.169.000 votantes de Ciudadanos de 2019 ya han dado el paso de votar al PP. Y lo han hecho de forma espontánea sin seguir ninguna directriz, solo aplicando el sentido común. En Vox ya se ha iniciado el mismo proceso, 781.000 votantes de Santiago Abascal han decidido ahora votar al Partido Popular de Feijóo.

Los naranjas contarían ahora con 459.000 votos, el 1,9 por ciento del voto nacional. Esta reserva de votos centristas está muy consolidada y resiste la atracción ejercida por el Partido Popular. Es todavía una incógnita el camino que tomarán de aquí a las elecciones generales, así como los 85.000 ex votantes de Cs que de momento eligen la abstención.

La suma en escaños de PP y Vox les otorga mayoría absoluta desde mayo de 2021, coincidiendo con las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid de ese mismo mes. Son ya 22 meses continuados en los que ambos partidos totalizarían la mayoría absoluta. La expectativa actual de voto del PP está en el 33,4 por ciento y la de Vox en el 13,8%. Entre los dos alcanzan el 47,2 por ciento y 185 diputados, incluso 2,6 puntos más que los logrados por Rajoy en solitario en 2011, aunque entonces los populares consiguieron 186 diputados.

La abstención y la fuga de votantes a las derechas son los principales males que afectan al PSOE; 759.000 de sus votantes manifiestan abiertamente su intención de votar al Partido Popular, mientras otros 442.000 afirman que se abstendrán. Estos dos colectivos representan el 17,7 por ciento del electorado socialista. Este comportamiento de trasvase de voto socialista a los populares no se había dado antes en ningún ciclo electoral anterior. Solo desde las elecciones madrileñas de 2021 empezó a materializarse y en las andaluzas de 2022 ya fue decisivo.

Anteriormente a 2021, en todas las elecciones generales apenas hubo transferencia de voto socialista a los populares, la desafección se canalizaba únicamente a través de la abstención o el voto a otras formaciones de la izquierda, pero nunca tuvo la importancia que hoy tiene la transferencia de votantes socialistas a la derecha. Si además unimos a esta deserción que el 70,3 por ciento de los votantes de Ciudadanos se han unido al PP, no es difícil llegar a la conclusión de que el PSOE ha abandonado sus posiciones centristas para abrazarse a los comunistas e independentistas, y que el PP es por lo tanto percibido como la alternativa electoral al PSOE, para llevar a cabo la alternancia en el poder en la próxima cita electoral.

También son los populares los más votados por los españoles en cada segmento de edad, y la primera opción de voto por los que no votaron en 2019, tanto por no tener la edad o por haber ejercido la abstención.

En cuanto al reparto de escaños, los dos únicos partidos que tienen un saldo positivo en parlamentarios son el PP, con una ganancia de 50 a 52 escaños y el BNG que sumaría 1 más. Mientras que los que pierden diputados son el PSOE, entre 24 y 26, Ciudadanos que queda sin sus 10, Podemos de 9 a 11, Vox entre 6 y 8. Los independentistas catalanes de Esquerra Republican y JxCAT podrían perder un escaño cada uno de cara a las próximas elecciones generales. El resto de pequeñas formaciones conservarían su actual representación.