Análisis

Yolanda Díaz no suma

La «reunificación» a la izquierda del PSOE suma a 3,1 millones

Yolanda Díaz durante su intervención en el acto ‘La España que merecemos’, ayer en Madrid
Yolanda Díaz en acto "La España que merecemos"Víctor LerenaAgencia EFE

La encuesta de NC Report para LA RAZÓN, realizada tras la inscripción en la Junta Electoral Central (JEC) de la nueva coalición denominada Sumar, da un baño de realidad a las pretensiones de las izquierdas de poder frenar a las derechas el próximo 23 de julio. Solo el barómetro del CIS mantiene una superioridad de las izquierdas respecto a las derechas, el instituto demoscópico oficial llega a dar a PSOE y Sumar el 45,5% del voto, incluso mejores resultados que en el 2019, mientras que el PP y Vox quedarían en el 41,3%, por debajo del resultado de las derechas en las anteriores elecciones generales.

La realidad es que el PSOE retrocede 2,5 puntos, baja del 28,0% al 25,5% y pierde entre 22 y 24 diputados. Traspasa al Partido Popular el 11,5% de sus votantes y a la abstención el 5,4%. En conjunto las izquierdas retroceden 4,9 puntos, bajan al 38,4%. Pierden en total entre 28 y 32 escaños. Lo que contrasta con los resultados de las derechas que alcanzan el 48,8% del voto (34,7% Partido Popular y 14,1% Vox), y suman en conjunto entre 183 y 187 escaños (145/147 PP y 38/40 Vox). Con respecto al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la diferencia es enorme, de 7,1 puntos para las izquierdas, a su favor, y de 7,5 puntos para las derechas, en su contra.

La larga travesía del desierto de Sumar solo ha servido para encumbrar a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, al frente de esta coalición y garantizar el control de la misma por el partido comunista. Tras el fracaso de Izquierda Unida en las elecciones generales de 2015, con solo 900.000 votos y Podemos con 5,2 millones, su instinto de supervivencia le hizo aceptar la oferta de los morados de concurrir en una misma lista en las elecciones generales repetidas de 2016. No obstante aquellas elecciones constituyeron un retroceso para la nueva coalición Unidos Podemos, que quedó en 5,0 millones, cuando en 2015, por separado habían captado 6,1 millones de votos. Pero aún les fue peor en las elecciones de abril de 2019 con tan solo 3,7 millones y en las de noviembre con su mínimo histórico de 3,1 millones. Además en estas elecciones tuvieron que contar con la competencia de Más País, Compromís, Més y Chunta que sumaron 600.000 votantes.

La necesidad de incorporar estos seiscientos mil votos al proyecto común justificaba pretendidamente la «operación Yolanda», pero que desde un punto de vista pragmático no aportaría más escaños juntos que por separados. Por lo que tras el proyecto Sumar se escondía realmente una maniobra de poder para que el PCE se hiciera con el control del proyecto iniciado el 15-M y que rentabilizó el entonces líder del espacio morado, Pablo Iglesias, en las urnas desde 2014.

Esta nueva «reunificación» del voto a la izquierda del PSOE tendría ahora el apoyo de tan solo 3,1 millones, cuando en 2019 fue de 3,7 millones. En escaños pasarían de 38 a 30/32. Por lo que podemos concluir que Sumar no mejoraría ahora los resultados de la izquierda del PSOE en 2019.

Con esto se entierran las esperanzas, infundadas obviamente, de convertir a Yolanda Díaz en la primera presidenta del Gobierno de España, así como de superar a Vox como tercera fuerza política nacional. También ha sido una falacia el haber vendido a bombo y platillo que esta fórmula electoral iba a atraer a los desmovilizados de la izquierda en general. Por lo que nos debemos plantear si detrás de Yolanda Díaz hay un proyecto sólido de país o solo en una operación de marketing para lavar la cara a una izquierda caduca e intentar venderla electoralmente, con una nueva mano de pintura, como un nuevo y chulísimo proyecto político.