Terrorismo

Zougam, Trashorras y El Gnaoui, los únicos condenados por el 11M que siguen en prisión

Los tres principales condenados por los atentados de Madrid, de los que hoy se cumplen 21 años, no saldrán de la cárcel hasta 2044

Jamal Zougam (en la imagen en el juicio) fue condenado como autor material de los atentados y no cumplirá su condena hasta 2044
Jamal Zougam (en la imagen en el juicio) fue condenado como autor material de los atentados y no cumplirá su condena hasta 2044larazon

Cada aniversario del 11M es un desgarro para las víctimas, para aquellos cuyos seres queridos se dejaron la vida en los trenes, para los que esquivaron a la muerte por una mera casualidad –tan irrelevante como salir unos minutos más tarde de casa demorándose con el café– y, también, para todos los que se volcaron en la atención a los supervivientes y a los familiares de los fallecidos. Hasta 191. Qué rápido se escribe y cuánto dolor detrás de cada nombre y apellidos, los mismos que iba nombrando el portavoz del Samur en aquella noche sin final en los recintos de Ifema, convertidos por unas horas en un gigantesco tanatorio.

Da igual que hayan pasado 21 años, poco importa que en esta ocasión no se conmemore ninguna cifra redonda de la matanza de Madrid –dos décadas se cumplieron el pasado año–. 191 ya no están. Todo lo que podían haber llegado a ser se truncó esa mañana a las 7:37 con la primera explosión. Así hasta diez en cuatro trenes de la red de Cercanías en las estaciones de Atocha (uno de ellos a punto de entrar en la terminal, a la altura de la calle Téllez), Santa Eugenia y el Pozo. El mayor atentado terrorista cometido en Europa. Más de 1.800 heridos. Todo un día como hoy.

El paso del tiempo, ineludiblemente, sí ha ido reduciendo el número de condenados por el 11M que siguen en prisión. De hecho, de los 18 condenados (a los que hay que sumar al entonces menor Gabriel Montoya, «el Gitanillo») únicamente tres –los que recibieron las penas más altas– continúan en la cárcel. Y tardarán casi dos décadas en recuperar la libertad.

Condenas de más de 40.000 años

Jamal Zougam, considerado uno de los autores materiales de los atentados (tres testigos le situaron en el tren que estalló en la estación de Santa Eugenia «sin ningún género de dudas» según la sentencia), Otman El Gnaoui y el minero asturiano Emilio Suárez Trashorras no saldrán de la cárcel hasta el año 2044, cuando está previsto que extingan sus condenas, superiores a los 42.000 años de prisión en el caso de los dos primeros y de casi 35.000 para el considerado cooperador necesario al haber facilitado a la célula terrorista –cuyos principales integrantes se suicidaron en Leganés un mes después del 11M cercados por la Policía– los explosivos utilizados en el atentado.

Aunque El Gnaoui también fue condenado como autor material de los atentados, Zougam es el único que, según declara probado la sentencia, colocó mochilas bomba en los vagones. Pero él siempre lo ha negado. «Nunca he visto bombas ni entiendo de eso», insistió hasta la saciedad en el juicio celebrado en un pabellón de la Audiencia Nacional en la madrileña Casa de Campo.

Y es que hasta marzo de 2044 no cumplirán el máximo legal de 40 años de permanencia en prisión que fija el Código Penal para los delitos más graves de terrorismo. Zougam saldrá el primero, el 2 de marzo, un día antes de que recupere la libertad Suárez Trashorras. El último condenado del 11M en salir de la cárcel será El Gnaoui, que lo hará el 19 de marzo.

Otro condenado por los atentados de Madrid continúa a día de hoy en prisión, pero no por el 11M. Hassan el Haski (quien para la Fiscalía era uno de los «cerebros» del atentado, aunque esa acusación no convenció al tribunal que presidió Javier Gómez Bermúdez) cumplió su condena en junio de 2019 pero fue condenado de nuevo en Marruecos (en esa ocasión a diez años de cárcel) por los atentados de Casablanca de 2003.

En 2018, ocho condenados por la masacre de los trenes aún estaban cumpliendo condena. Pero desde entonces, la mitad ha salido de la cárcel. Hasta ahora, el último en extinguir su condena ha sido Abdelmajid Bouchar, condenado a 18 años de cárcel y conocido como «el Gamo», porque burló a la Policía tras ser sorprendido cuando bajaba la basura en el piso de Leganés donde se inmolarían los principales activos de la célula terrorista. Su huida le llevó por varios países antes de ser detenido en Serbia en julio de 2004. «Tenía mucho miedo. Si alguien me hubiese enseñado cómo contactar con la Audiencia Nacional lo hubiese hecho», aseguró para justificar su fuga a la carrera.

[[H2:La fuga de «el Gamo»]]

En agosto de 2023, el terrorista que un día soñó con una medalla olímpica en el medio fondo salió de prisión tras cumplir su condena (el tribunal no le consideró uno de los autores materiales pese a compartir piso con la célula terrorista) y fue expulsado de España. Lo mismo les sucedió con anterioridad, tras cumplir sus respectivas condenas, a Rachid Aglif, «el Conejo», Hamid Ahmidan (primo de «el Chino», uno de los suicidas de Leganés), Youssef Belhadj (quien también esquivó la acusación de ser uno de los ideólogos de los atentados), Mohamed Bouharrat, Saed el Harrak, Fouad el Morabit y Rafa Zouhier. En una entrevista con LA RAZÓN con motivo del veinte aniversario del 11M, Zouhier, quien actualmente vive en Marruecos, pidió «perdón» a las víctimas «por no haberle pegado un tiro a Trashorras antes de que vendiera los explosivos».

Zouhier –que cumplió su condena en 2014, solo cinco días después del décimo aniversario de los atentados– llegó a pedir a la Audiencia Nacional que retrasara «dos o tres meses» su excarcelación para no soliviantar a las víctimas del atentado.

En 2022 la nómina de condenados en prisión se aligeró también con la salida de la cárcel de Antonio Toro. Condenado por el Tribunal Supremo a cuatro años de cárcel por tráfico de explosivos tras ser absuelto por la Audiencia Nacional, estaba ya desde febrero de 2021 en semilibertad al haberse beneficiado del tercer grado.

Toro, cuñado de Suárez Trashorras, fue el encargado de poner en contacto a Zouhier, a quien había conocido en la cárcel de Villabona (Asturias) con el minero. Sin embargo, se desmarcó de los atentados. «Una cosa es que trafique con hachís y otra que me acusen de colaborar con una banda terrorista», se defendió en el juicio.

Zouhier avisó a la Guardia Civil en marzo de 2003, un año antes de los atentados de Madrid, de que Suárez Trashorras y Toro querían vender 150 kilos de Goma 2, pero no alertó a los agentes ni una sola vez antes de sus contactos con Jamal Ahmidan, «el Chino», uno de los terroristas clave de la célula, ni de su radicalización.