
Psicología
Carlos González, pediatra, explica las diferencias entre pesadillas y terrores nocturnos en los niños
El reconocido pediatra ha compartido en su cuenta de Instagram una explicación clara sobre dos fenómenos que preocupan a muchos padres

El reconocido pediatra Carlos González ha compartido en su cuenta de Instagram una explicación clara sobre dos fenómenos que preocupan a muchos padres: los terrores nocturnos y las pesadillas infantiles. Aunque ambos se manifiestan durante el sueño y pueden causar llanto o angustia, no ocurren en las mismas fases del descanso ni tienen el mismo origen.
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Según explica el doctor González, los terrores nocturnos son episodios que pueden resultar muy impactantes para los padres. “El niño se despierta llorando de manera terrorífica, como si le matasen. Por eso se llaman terrores nocturnos”, señala el pediatra.
Sin embargo, durante estos episodios el niño no está realmente despierto. Aunque pueda tener los ojos abiertos o moverse, sigue profundamente dormido. “No ve a sus padres, aunque parezca mirarles. Es como si fuesen transparentes”, añade González.
Este fenómeno sucede en la fase más profunda del sueño, por lo que el pequeño no responde a estímulos externos. Ni su propio llanto ni los intentos de los padres por consolarlo consiguen despertarlo.
Por qué los terrores nocturnos no son sueños
A diferencia de lo que muchos creen, los terrores nocturnos no son sueños. Ocurren en la fase de sueño profundo, principalmente en la primera mitad de la noche. Por eso, no están relacionados con pesadillas o imágenes aterradoras, sino con una alteración transitoria del ciclo del sueño infantil.
Las pesadillas, en cambio, se producen durante la fase REM, el momento en que el niño sí está soñando. En estos casos, el pequeño puede despertarse y recordar lo que soñó, describiendo monstruos, caídas o situaciones que le generaron miedo. “El niño que ha tenido una pesadilla llora cuando ya está despierto”, explica el doctor. Por lo general, las pesadillas aparecen en la segunda mitad de la noche, cuando el sueño REM es más prolongado.
Qué deben hacer los padres ante cada caso
El doctor González recomienda mantener la calma ante los terrores nocturnos. No es necesario despertar al niño ni alarmarse, ya que estos episodios son inofensivos y temporales.
En cambio, cuando se trata de una pesadilla, sí conviene consolar al niño y ofrecerle seguridad, puesto que el miedo proviene de una experiencia que ha soñado y recuerda.
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