Cuando llega el momento de retirarse y termina la vida laboral, muchos buscan fórmulas para aumentar sus ingresos y disfrutar de una jubilación más cómoda. Sin embargo, no todas las decisiones financieras son buenas a largo plazo. Algunas opciones pueden aportar dinero rápido, pero terminar afectando negativamente al patrimonio personal. Según un análisis de Yahoo Finance, hay ciertos bienes que no conviene vender cuando se acerca la jubilación, incluso si la inflación o la pérdida de valor parecen una amenaza.

1. No vendas tu vivienda sin pensarlo dos veces

Vender la casa puede parecer la forma más rápida de conseguir liquidez, pero es una decisión que debe valorarse con mucho cuidado. El mercado inmobiliario es muy cambiante y, en España, la situación de la vivienda es especialmente compleja.

Desprenderse de un inmueble principal puede derivar en dificultades para encontrar un alquiler asequible o para adquirir otra propiedad en mejores condiciones. Además, preparar una vivienda para la venta supone gastos adicionales que no siempre se recuperan en el precio de venta final.

Una alternativa que sí se utiliza en España es la venta de la nuda propiedad, que permite vender la casa manteniendo el derecho de uso y disfrute hasta el fallecimiento. Esta opción suele interesar a personas sin herederos directos.

2. Piensa bien antes de vender tu coche

El coche es otro activo que puede proporcionar dinero rápido, pero a largo plazo podría complicar la movilidad, especialmente si el transporte público no es adecuado para personas mayores.

Si tienes más de un vehículo, puede ser razonable vender uno para obtener ingresos extra, pero siempre conviene mantener un coche fiable para emergencias o desplazamientos cotidianos.

3. Conserva objetos valiosos y antigüedades

Los objetos de valor, piezas de colección o antigüedades pueden tener un gran valor sentimental y económico. Venderlos de forma impulsiva no siempre es la mejor idea.

Antes de tomar una decisión, es recomendable hablar con la familia, ya que algún miembro puede estar interesado en conservarlos. Además, muchas antigüedades y piezas vintage tienden a revalorizarse con el tiempo, por lo que pueden ser un activo interesante para el futuro.

Al planificar la jubilación, es fundamental evaluar bien qué bienes vender y cuáles conservar. Lo que a corto plazo parece una buena fuente de ingresos puede convertirse en un problema económico y emocional a largo plazo. Antes de tomar decisiones importantes, conviene analizar todas las opciones y, si es necesario, consultar a un asesor financiero.