Crianza

Frases que debes evitar en la crianza respetuosa: 15 ejemplos comunes y por qué no deberías decirlos

Decir frases como “¡Así no se juega!” o “¡Te lo dije!”, pueden dañar el vínculo emocional con tus hijos

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Cuando nos convertimos en madres o padres, es natural repetir frases que escuchamos en nuestra infancia. A menudo las decimos sin pensar, desde la emoción o el cansancio, sin medir su impacto en el desarrollo emocional de nuestros hijos. Sin embargo, la crianza respetuosa invita a cuestionar esas expresiones automáticas y a reemplazarlas por alternativas más conscientes y constructivas.

Ya abordamos algunas de estas expresiones en una entrega anterior, pero quedaron muchas por explorar. Aquí tienes 15 frases comunes que debes evitar en la educación respetuosa y las razones por las que los expertos recomiendan eliminarlas del día a día.

1. “¡Eres igualito a tu padre/madre!”

Frase que puede herir tanto al niño como al otro progenitor. Además, borra la identidad del niño al reducirlo a una "copia" con defectos. En su lugar, enfoca la conversación en el comportamiento específico.

2. “A ti te da igual todo”

Generalizar las emociones invalida lo que el niño siente. Mejor utiliza ejemplos concretos: “Te pido que recojas tu ropa para evitar tropiezos”.

3. “Así no se hace, déjame a mí”

Quitarle la oportunidad de intentarlo solo afecta su autoestima. Permite que aprenda a través del error, aunque el proceso sea más lento.

4. “Así no se juega”

Los niños exploran el mundo con creatividad, incluso en los juegos. Mejor recalcar las reglas con calma o dejar que fluya la imaginación.

5. “Deberías darme las gracias”

El agradecimiento debe nacer de forma espontánea. Pregunta con interés: “¿Te ha gustado lo que preparé?”

6. “¡Para de gritar!”

Muchas veces lo decimos… gritando. Prueba con: “Puedes decirme lo que necesitas con tu voz normal, te estoy escuchando”.

7. “Eso no es para niños”

Este tipo de frases corta la curiosidad natural. Mejor explica: “Podrás usarlo cuando seas mayor, ahora puede ser peligroso”.

8. “No seas dramático”

Ridiculizar las emociones no enseña autocontrol. Mejor valida con frases como: “Entiendo que esto te afecta, ¿cómo lo podemos resolver?”

9. “¡Pórtate bien!”

Una instrucción ambigua que genera presión. Sustitúyela por mensajes específicos como: “Respeta la casa de X y escucha sus indicaciones”.

10. “Si sacas malas notas, no hay…”

Evita el chantaje emocional. Motiva explicando que el estudio les beneficia a ellos mismos a largo plazo.

11. “¡Te lo dije!”

Decirlo no ayuda. Ante un error, muestra empatía: “¿Estás bien? ¿Qué aprendiste de esto?”

12. “Te voy a dar una razón para que llores”

Frases amenazantes generan miedo, no respeto. Respira, conéctate con tu hijo y ofrece apoyo emocional.

13. “Tienes que compartir”

Obligar a compartir invalida el derecho al apego por sus pertenencias. Fomenta la cooperación sin imponer.

14. “Vas a ver cuando lleguemos a casa”

El miedo diferido crea ansiedad. Es mejor resolver el conflicto con calma y presencia, en el momento.

15. “¡Ya eres mayor para eso!”

Evita forzar madurez prematura. Permite que tus hijos vivan su infancia sin prisas.

La crianza respetuosa no se trata de perfección, sino de conciencia y conexión emocional. Todos hemos dicho frases como estas alguna vez, pero siempre es buen momento para desaprender y construir nuevas formas de comunicar. La transformación comienza por reconocer que nuestras palabras tienen un profundo impacto en la autoestima y el desarrollo emocional de nuestros hijos.