Una careta de Messi y unas pequeñas pancartas azules era lo que se repartía en las inmediaciones del Camp Nou antes de entrar al estadio para animar a su figura y para protestar. Pero muchos fueron requisados a la entrada, según se quejó Tsunami Democratic. "¿Dónde queda ahora la libertad de expresión presidente Bartomeu y Barcelona? Estos hechos contradicen lo que se dijo públicamente. Esto es censura!, decía el tuit de Tsunami, que durante todo el día había estado repitiendo llamamientos a la movilización, pero que tuvieron poco eco. Había poca gente a la puerta del hotel Sofía y tampoco mucha en los cortes de los Mossos para que los autobuses de los equipos llegasen sin problemas al campo.

Sólo la espera a que los Mossos dejaran pasar a la gente al campo hizo que se juntara la gente, con banderas, globos y algunos gritos de “independencia”, pero en cuanto se abrieron las puertas, todo se deshizo para hacer colas y entrar en los estadios. Esa entrada fue lenta y parsimoniosa, porque los guardias privados de la seguridad del club azulgrana fueron meticulosos con las mochilas de la gente. El Barcelona había advertido a sus aficionados que fueran con tiempo porque las colas iban a ser largas y mucha gente lo hizo.