Historia medieval

Así es el templo gallego donde las lápidas cuentan la historia

Este templo gótico del siglo XIV, convertido hoy en museo, se levantó sobre un cementerio en el que, según la tradición, reposa tierra traída desde Tierra Santa

Así es el templo gallego donde las lápidas cuentan la historia
Así es el templo gallego donde las lápidas cuentan la historiaNoia Turismo

En la villa coruñesa de Noia, conocida como la "Pequeña Compostela", las piedras hablan. Y lo hacen en Santa María a Nova, una iglesia del siglo XIV construida sobre un cementerio medieval que guarda más de quinientas laudas sepulcrales, muchas de ellas con símbolos de los oficios de quienes allí reposan. Este conjunto único en Europa, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1973, es hoy uno de los espacios museísticos más singulares de Galicia.

Edificada en 1327 por el arzobispo compostelano Berenguel de Landoira sobre una antigua iglesia románica, Santa María a Nova fue concebida en estilo gótico marinero, caracterizado por su sobriedad y funcionalidad. De nave única, cubierta de madera y arcos apuntados que dividen el espacio en cuatro tramos, el templo ofrece un ambiente de recogimiento potenciado por la escasa luz natural que penetra a través de sus estrechas ventanas, a excepción del gran rosetón de la fachada principal, cuya luminosidad transforma el interior.

Así es el templo gallego donde las lápidas cuentan la historia
Así es el templo gallego donde las lápidas cuentan la historia

El cementerio que rodea la iglesia, conocido como la Quintana dos Mortos, es mucho más que un camposanto. Según la leyenda, la tierra que lo cubre fue traída desde Tierra Santa por marineros noieses y cruzados que hacían escala en la ría en su peregrinación a Compostela. En su parte norte se alza el "Cristo do Humilladoiro", un baldaquino del siglo XVI bajo el que se encuentra un crucero gótico decorado con relieves que muestran las fases de la luna y escenas de caza. En el lado sur, otro crucero del mismo siglo preside el espacio.

Pero el verdadero tesoro de Santa María a Nova está en sus lápidas: más de quinientas laudas sepulcrales que abarcan del siglo XIV al XIX. Muchas son laudas gremiales, grabadas con herramientas o símbolos que identificaban la profesión del difunto sin necesidad de inscribir su nombre. Tijeras y reglas para sastres, picos y mazas para canteros, anclas para marineros, arpones para mareantes, escuadras y compases para carpinteros, cuchillos para carniceros o mandiles para curtidores. Esta simbología revela la fuerte organización gremial de la villa y su dinamismo económico durante la Edad Media.

Interior de la iglesia
Interior de la iglesiaTurismo de Galicia

Junto a estas, también se conservan laudas nobiliarias con escudos heráldicos o figuras yacentes, así como sarcófagos completos alojados en arcos abiertos en los muros de la iglesia. En el interior, destacan la capilla mayor con un retablo barroco policromado de 1760 y la capilla renacentista de Pero Carneiro, construida en 1575, cuya bóveda en forma de concha de vieira guarda los sepulcros de este poderoso mercader noiés y su familia.

Convertido hoy en museo, Santa María a Nova permite al visitante recorrer siglos de historia local a través de sus piedras. La colección de laudas medievales que alberga está considerada como la más importante del mundo. El espacio, además, ha sido objeto de investigaciones arqueológicas pioneras como las de Eladio Oviedo Arce, Chamoso Lamas o Xepe Torres. También ha sido inmortalizado por figuras como Castelao, que lo incluyó en su obra As cruces de pedra na Galiza.

Noia completa su encanto con un casco histórico de soportales y plazas que evocan el trazado medieval, y que cada mes de julio se engalana para la celebración de su tradicional Feria Medieval.