Ola de incendios
Galicia rebaja la situación 2 en Orense después de 15 días tras la mejora de los incendios
Lugo concentra ahora la mayor preocupación con el avance del fuego en A Pobra do Brollón y un nuevo foco en A Fonsagrada
La evolución de los incendios en Galicia ofrece este martes un doble escenario: alivio en Ourense y alerta en Lugo. El Gobierno gallego ha decidido desactivar la situación 2 de emergencia en la provincia orensana, decretada el pasado 12 de agosto por riesgo para núcleos habitados, después de constatar una mejoría en los principales frentes de fuego.
Sin embargo, la provincia lucense se ha convertido ahora en el centro de la preocupación, con un gran incendio en A Pobra do Brollón, que ya arrasa unas 800 hectáreas, y un nuevo foco declarado de madrugada en A Fonsagrada.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, subrayó que la decisión de levantar la situación 2 en Orense llega “afortunadamente, sin bajar la guardia”, tras semanas de devastación en la provincia más castigada por el fuego.
Allí permanecen activos los incendios de Avión, con 250 hectáreas quemadas, y Carballeda de Valdeorras-Casaio, que ha calcinado ya 4.700 hectáreas en el entorno de Pena Trevinca. En total, este mes de agosto se han quemado en Galicia alrededor de 96.000 hectáreas, lo que convierte a este verano en el peor del siglo por superficie arrasada.
Así, mientras Orense empieza a respirar, Lugo vive momentos algo más críticos. En A Pobra do Brollón, el incendio iniciado el lunes avanza sin control y mantiene decretada la situación 2 por la proximidad de las llamas a los núcleos de Golmar, Conceado y San Pedro, en el vecino municipio de Quiroga.
Aunque no se han registrado evacuaciones, el fuego ha obligado a interrumpir el tráfico ferroviario entre San Clodio-Quiroga y A Pobra de Brollón, así como a suspender las rutas en catamarán por el Sil para facilitar las labores de los hidroaviones.
A este frente se suma el de A Fonsagrada, iniciado en la parroquia de San Pedro de Río durante la madrugada de este martes y que, según estimaciones provisionales, ha arrasado unas 20 hectáreas. Estos dos incendios elevan a cuatro los fuegos de más de 20 hectáreas activos en Galicia, un balance que recuerda que, pese a la desescalada en Orense, la ola incendiaria sigue muy presente en el mapa gallego.
El presidente Rueda ha insistido en que “la temporada de incendios, por desgracia, no terminó” y ha apelado a la prudencia y a la meteorología para que la comunidad pueda dejar atrás un mes marcado por la devastación forestal y la amenaza constante a viviendas y poblaciones rurales.