
Parlamento
La oposición carga por el caso Villares y Rueda replica: "Ni pío de los Koldos, las Jéssicas, los Aldamas…”
El presidente reprocha a BNG y PSOE la "utilización partidista descarada" de la dimisión del conselleiro do Mar tras una denuncia por agresión sexual
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Lo que debía haber sido una sesión de control con preguntas sobre política lingüística y vivienda derivó, como era previsible, en un áspero enfrentamiento parlamentario. La reciente dimisión del exconselleiro do Mar, Alfonso Villares, tras conocerse que estaba siendo investigado por una denuncia por agresión sexual, ha tensado al máximo el debate político gallego, y este miércoles encontró su epicentro en el Parlamento.
Los portavoces de BNG y PSdeG convirtieron su turno de preguntas en un reproche frontal al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a quien acusaron de haber "encubierto durante meses" al exconselleiro. "Encubrir a un presunto agresor sexual durante meses lo hace indigno del cargo que ocupa", sentenció la portavoz nacionalista, Ana Pontón.
Por su parte, el socialista José Ramón Gómez Besteiro afirmó: "Usted comienza a ser un problema para Galicia", y le reprochó que, ante una denuncia de esta gravedad, “escoge el silencio”. “Su silencio duele, su silencio avergüenza”, afirmó.
Cabe recordar que el propio Rueda indicaba estos días que el ya exconselleiro le indicó en febrero la existencia de una denuncia policial por este tema y que, en cuanto se conoció la apertura de un proceso judicial, Villares presentó la dimisión renunciando, de este modo, al aforamiento.
“Utilización partidista descarada” y reproches cruzados
En este marco, Rueda no dudó en insistir en la defensa de la presunción de inocencia y acusó a la oposición de incurrir en una “utilización partidista descarada”. Así, el presidente gallego reiteró que Villares dimitió “en horas” tras conocer su imputación por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y que renunció así a su condición de aforado.
El líder del PSdeG acusó a Rueda de haber ocultado durante cuatro meses la existencia de la denuncia y de haber promovido un "homenaje institucional" al exconselleiro tras su dimisión. "Con su actitud lo que están consiguiendo es revictimizar a quien denunció", afirmó Besteiro, quien denunció que el presidente "renuncia al aforamiento" para "dilatar los tiempos".
Rueda le respondió con dureza, recordando las imputaciones que Besteiro recibió en 2015, y de las que finalmente salió impune. “Cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, fraude en las administraciones públicas, fraude en las subvenciones, delito continuado de malversación de caudales públicos, delitos contra el territorio. Y si quiere, sigo, porque hay más”. “¿A qué Besteiro tenemos que creernos? ¿Al que apelaba a la presunción de inocencia y decía que no pasaba nada o al de ahora?”, ironizó el presidente.
La líder del BNG, por su parte, consideró que Rueda permitió que Villares continuara como conselleiro después de conocer la denuncia en febrero, viajando en coche oficial, manteniendo despacho y salario públicos. "¿Tras semejante indignidad moral y política, considera que está usted capacitado para seguir como presidente de la Xunta?", le espetó Pontón, quien denunció que se le permitió "salir por la puerta grande", entre "aplausos y elogios", en la toma de posesión de su sucesora.
Por si fuese poco, la portavoz nacionalista lo acusó de “cuestionar la veracidad de la víctima e incluso de permitir filtrar su identidad al más puro estilo negacionista de la extrema derecha”.
Frente a esto, Rueda recordó a la líder del BNG que no debería darle “lecciones” mientras “se mantiene mansa con sus socios en Madrid”. “Ahora viene aquí dando lecciones y no ha dicho ni una palabra, ni pío de los Koldos, las Jéssicas, los Aldamas, los Cerdanes, los pisos…”, enumeró, en referencia a los distintos escándalos que afectan al Gobienro de Sánchez y ante los que el BNG no ha abierto la boca en estos meses.
Una sesión marcada por la crispación
Con este caldo de cultivo, la oposición insistió en calificar la actitud del presidente de la Xunta como “indigna” y exigió su dimisión. Rueda, por su parte, denunció un “espectáculo” que “no respeta absolutamente nada” y acusó a Pontón de querer “nombrar fiscales y jueces”. "Esto sí que es una falta de respeto a las víctimas de la violencia machista, por las que yo tengo un enorme respeto", concluyó.
El presidente cerró su intervención retomando los temas inicialmente previstos para el debate -la lengua y la vivienda- y defendió su postura con una frase de doble filo: “Para hablar con otro español, un pinganillo nunca me va a hacer falta, porque tenemos una lengua común, tenemos lógica y educación”.
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