Refugiados

Los refugiados de Monterroso denuncian trato discriminatorio y desatención sanitaria

La organización niega las acusaciones y el Gobierno ha enviado personal para mediar en el conflicto

Un grupo de refugiados trasladados a Monterroso (Lugo) ha iniciado una protesta tras recibir la denegación de sus solicitudes de asilo. Encerrados en el hotel donde residen desde finales del verano de 2024, denuncian no solo la falta de respuestas favorables a sus peticiones, sino también la falta de atención sanitaria, la escasa comunicación sobre su situación legal y un trato desigual en comparación con otros migrantes.

Las protestas comenzaron el lunes, después de que varias resoluciones negativas se acumularan desde noviembre. Según el Foro Galego da Inmigración, la mayoría de las peticiones de asilo han sido rechazadas porque los países de origen de estos migrantes, como Mali o Senegal, no son considerados en guerra, lo que les obliga a demostrar una persecución individual. Este requisito, según denuncian las organizaciones de apoyo, dificulta que puedan obtener protección internacional.

La normativa establece que, tras la denegación, los afectados tienen derecho a recurrir, pero deben abandonar el alojamiento en un plazo de 15 días, lo que genera una gran incertidumbre. Durante todo el proceso, que incluye varias fases hasta la resolución definitiva, los solicitantes pueden trabajar y mantenerse en una situación legal en España. Sin embargo, la falta de información sobre sus casos agrava su situación, según denuncian los propios migrantes.

A la protesta por la denegación de asilo se han sumado quejas por el trato recibido en el centro gestionado por la ONG Rescate. Los refugiados afirman haber sufrido desatención médica y dificultades para acceder al sistema sanitario. Como prueba, muestran recibos de taxis que han tenido que pagar para acudir por su cuenta a un centro de salud, ya que aseguran que la organización no les facilita el transporte. Además, critican la escasez de apoyo económico y de recursos básicos, señalando que en seis meses solo han recibido una prenda de ropa.

Aunque algunos refugiados han denunciado un trato discriminatorio por parte de ciertos empleados del centro, la ONG no ha emitido declaraciones al respecto. Desde la Delegación del Gobierno en Galicia, aseguran que la organización está en contacto con el Ejecutivo central y que escuchará las demandas de los manifestantes para buscar una solución. Para ello, un representante del Ministerio se trasladará este miércoles a Monterroso con el fin de evaluar la situación.

Pese a las quejas, los refugiados recalcan que su protesta no es contra los vecinos de Monterroso, sino contra la gestión de la ONG. "Nos han acogido muy bien, pero no podemos aceptar este trato", afirman. Mientras las negociaciones continúan, el grupo permanece en el hotel a la espera de respuestas por parte de las autoridades.