
Parlamento
Rueda vuelve a ofrecer un pacto por el empleo y la energía y acusa a la oposición de frenar la llegada de empresas a Galicia
Besteiro (PSOE) lo tacha de presidente “ausente” durante el apagón y en la lucha contra el paro y Pontón (BNG) denuncia “politiqueo” con la dependencia
Hay debates parlamentarios que se anuncian como trámite y se convierten, aunque sea previsible, en un cruce de caminos. Algo así suele suceder en O Hórreo. Este miércoles, en el hemiciclo gallego, la sesión de control al Gobierno derivó en un doble cuerpo a cuerpo cargado de acusaciones, ironías y propuestas estratégicas que buscan marcar perfil ante una legislatura que ya ha superado su primer año.
Bajo este prisma, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, volvió a ondear su bandera: un pacto por el empleo y la energía que lanzó hace un año, en su discurso de investidura, y que mantiene “plenamente vigente”. No hubo abrazos por parte de la oposición, pero sí fuego cruzado.
Rueda defendió que “los puestos de trabajo de calidad salen de las industrias potentes, no de debajo de las piedras”, y volvió a ofrecer un gran acuerdo para que Galicia recupere el liderazgo en energías renovables, incluyendo la eólica marina compatible con la pesca; explore minerales estratégicos y genere nuevas oportunidades laborales.
En paralelo, quiso subrayar los últimos datos de empleo: Galicia registró en abril la mayor caída del paro para ese mes desde que hay registros, siendo la tercera comunidad con mejor evolución. “No presumimos, hacemos”, repitió.
Frente a esto, al otro lado del atril, el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, volvió a responder con dureza. Acusó a Rueda de ser un “presidente ausente”, no solo en materia de empleo, sino también en la gestión del apagón energético del pasado 28 de abril, cuando, según el socialista, abandonó el Cecopi mientras el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, permanecía “coordinando y trabajando”.
Besteiro denunció un “apagón político” y una pérdida continuada de empleo desde 2008, con 100.000 puestos menos en 16 años y una caída del 6,1% en volumen de horas trabajadas. Criticó, además, que la Xunta renuncie a fondos estatales que podrían beneficiar a trabajadores y empresas, y afeó al PP su falta de impulso a las renovables mientras coquetea con la idea de volver a la energía nuclear.
Rueda contraatacó con sarcasmo. Ironizó sobre las ausencias de Besteiro -“me pone los balones tan claros que renuncio a rematarlos”-, se declaró “muy satisfecho” de la colaboración con el Gobierno en la gestión del apagón y acusó al PSdeG de hacer seguidismo del BNG “intentando que no vengan empresas a Galicia”.
También defendió la propuesta de asumir la competencia de gestionar permisos de trabajo para personas extranjeras, asunto que llevará al Parlamento y que usó para medir el compromiso del PSdeG: “Veremos si son proactivos o no”.
El portavoz popular Alberto Pazos también quiso apuntarse a la contienda, mofándose de la fugaz presencia de Besteiro en el pleno y rebautizando su escaño como “el sillón de Jessica”, en alusión a la expareja de José Luis Ábalos, “que pasa más tiempo allí que usted aquí”.
A vueltas con la dependencia
La tensión y el debate no terminó con el cruce Rueda-Besteiro. Le siguió otra intervención tensa, protagonizada esta vez por la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que centró su crítica en la gestión de la dependencia por parte del Ejecutivo autonómico. Acusó a Rueda de usar a los mayores para hacer “propaganda y politiqueo barato”, y denunció una espera media de 393 días para acceder a una valoración del sistema de dependencia, más del doble de lo que marca la ley.
Pontón dibujó un SAF (Servizo de Axuda no Fogar) colapsado por la falta de financiación y acusó a la Xunta de mantener un sistema privatizado que ignora las verdaderas necesidades.
Frente a esto, Rueda defendió el trabajo “rigurosamente técnico” de su Gobierno, reivindicó un plan de choque que ha resuelto 32.000 expedientes desde enero y reconoció a 3.000 nuevos dependientes solo en el último mes.
Asimismo, el presidente apuntó hacia el Gobierno central, y volvió a recordar una “deuda” de 2.500 millones de euros con Galicia en materia de dependencia, reclamando a Pontón que reclame esos fondos en Madrid con la misma contundencia que muestra en Santiago. “Sea útil. Vaya a dar el recado y que no la tomen el pelo”, le espetó.
✕
Accede a tu cuenta para comentar