El rugido de motores y el bullicio de pasajeros darán paso al sonido de las máquinas removiendo asfalto en el Aeropuerto de Santiago-Rosalía de Castro. Así lo ha anunciado hoy Aena, que ha aprobado la licitación de una obra de 33 millones de euros para renovar la pista del aeródromo compostelano, que implicará 35 días de cierre total al tráfico aéreo entre el 23 de abril y el 27 de mayo de 2026.

La mayor parte de los trabajos se ejecutará en horario nocturno para minimizar el impacto en las operaciones, pero los cierres serán inevitables.

Esta actuación sigue la senda de la acometida en Peinador, donde en 2024 se realizó una reforma integral de su pista, obligando a cerrar el aeropuerto vigués durante tres semanas.

El proyecto, que tendrá un plazo de ejecución de 15 meses, contempla la regeneración del pavimento de la pista, con especial atención a cuatro zonas donde la profundidad de la actuación alcanzará 1,23 metros en un área de 22.040 metros cuadrados. En total, se emplearán 75.000 toneladas de nuevo asfalto, que se producirán en dos plantas instaladas dentro del propio aeropuerto para reducir la necesidad de transporte externo.

Además del pavimento, se acometerán mejoras en el balizamiento y el drenaje del campo de vuelos, con la instalación de 28 kilómetros de cable primario, 76 kilómetros de cable secundario y 888 nuevas balizas LED, lo que mejorará la eficiencia energética del aeropuerto. También se renovarán los sistemas de aterrizaje en baja visibilidad (ILS), sustituyendo los equipos de las cabeceras 17 y 35 entre los meses de mayo y octubre de 2026.

Reforma planificada

Aena ha señalado que los trabajos han sido coordinados con las aerolíneas y las administraciones públicas para minimizar las afectaciones. En total, el aeropuerto permanecerá cerrado al tráfico nocturno durante 24 semanas, en un horario de 23.30 a 5.30 horas, además de los 35 días de cierre completo en primavera de 2026.

Desde la última gran intervención sobre la pista de Santiago en 2008, no se había acometido una actuación de tal envergadura. Ahora, con esta reforma, el aeropuerto compostelano garantiza la seguridad y operatividad de sus instalaciones en los próximos años.

Con esta obra, Galicia habrá renovado en solo dos años las pistas de Santiago y Vigo, consolidando una infraestructura aeroportuaria clave para la movilidad de la comunidad.