Las Esparteras «on the road»

Es posible que sea usted de los que creen que los mejores restaurantes de carretera son aquellos que tienen el parking repleto de camiones. ¡Tranquilo, aquí estoy para desmentirlo! Después de acudir al restaurante Las Esparteras, que bordea la carretera de Extremadura a la altura del kilómetro 47, no pensará eso de los demás sitios al borde del camino. Pues la sensación que produce este sitio es parecida a la de Tarantino y Clooney cuando atraviesan el umbral del bar de carretera en «Abierto hasta el amanecer».

La barra (horario de 24 horas) sirve de parada rápida para disfrutar de unas raciones académicas, platos combinados y bocadillos (sublimes sus torreznos y el pepito de ternera). Como una visión creerá ver la figura de Salma Hayek y los zombis con forma de jamón ibérico, seleccionados quesos y los mejores embutidos, conservas de nivel, junto a cochinillos y cuartos de cordero, que salen del artesanal horno de leña. En este delicioso y bullanguero templo de alegría gastro destaca una inagotable vitrina frigorífica repleta de viandas del mar y la tierra. ¡Qué gambas rojas y blancas, cocochas de merluza, atún rojo, fresquísimos chipirones, pulpo a la brasa, rodaballos, lubinas, carnes rojas maduradas, escogidas chuletillas de cordero! Este festival convierte a este aparente restaurante de carretera en un templo maya. Los culpables del éxito son los socios Carlos y Raúl que colman de atenciones y sabiduría a los comensales que se aposentan en el comedor a la carta. Detalles como las copas Zalto, que cobijan los vinos de altísima gama, que apabullarían al rey Baco( Petrus, Romanée Conti, Margaux, Yquem), champús de pequeño productor, todo Jerez,Vega Sicilia, vermuts de culto e infinidad de espirituosos, hacen de este lugar motivo de peregrinación enológica. Aquí hay que dejarse llevar por el estado de nuestra alma cansada o las oscilantes necesidades del estómago. No parar en Las Esparteras debería ser motivo de sanción por la DGT.

Cocina: 8 Bodega: 9,5 Sala: 8,5 Felicidad: 9,5