Un clásico de la cocina china: pollo al limón

Cuando se habla de la cocina china, a menudo debemos distinguir entre el concepto original y el concepto occidentalizado. A menudo, lo que encontramos en Occidente es una adaptación del plato original para satisfacer un paladar menos acostumbrado a sabores intensos, como el ajo crudo en grandes cantidades, alimentos fermentados y chiles picantes. A pesar de esto, la mayoría de estas versiones occidentalizadas se basan en platos que ya existen en China.

Para lograr un plato de pollo al limón verdaderamente auténtico, hay algunos elementos clave a tener en cuenta. En primer lugar, es esencial preparar una cobertura que sea lo suficientemente crujiente y ligera como para soportar la densa salsa agridulce elaborada con zumo de limón y miel.

Para lograr esto, utilizaremos almidón de patata, lo que, además, mantendrá la receta libre de gluten. El truco reside en aplicar una doble capa: una primera capa seca, aprovechando la marinada y el alcohol, seguida de otra capa mezclada con agua para crear una especie de pasta.

El uso del alcohol se justifica por su capacidad de evaporarse antes que el agua. Junto con el bicarbonato de la marinada y la clara de huevo, este alcohol ayudará a crear burbujas de gas en la fritura cuando entre en contacto con el aceite caliente. En caso de no disponer de almidón de patata, el almidón de maíz o incluso la harina de trigo son alternativas igualmente válidas.