Gloria Camila pasa al ataque y demanda a Kiko Jiménez: “Hablaré en los juzgados”

Gloria Camila Ortega, a sus 23 años, acumula vivencias que pueden desequilibrar a cualquiera. Lejos de venirse abajo, la hija de Roció Jurado y Ortega Cano, saca las fuerzas del superviviente y se enfrenta, una vez más a ellas, sin cobardía pero evitando la provocación pública. Y como esta vez el objetivo es ella, lo primero ha sido un cambio de imagen. Lo segundo, responder en el juzgado a los ataques que está recibiendo, después de haber vivido una relación sentimental de cuatro años con Kiko Jiménez y lo tercero, empezar de cero. Coincidimos con Gloria en el Salón Internacional del Caballo de Sevilla, SICAB y aunque en un principio no quería hacer declaraciones, finalmente acepta hacerlas.

-¿Y este cambio de imagen a que se debe?

-Necesitaba un cambio en mi vida. Creo que las mujeres, cuando se hacen un cambio así, ahora soy rubia, vuelven con más fuerza. Llevo intentando empezar de cero desde hace un tiempo, pero es complicado.

-¿Por qué es complicado?

-Porque a veces no te dejan y bueno, ya está. Sigo con mi vida, mis estudios, mi nuevo “look”, mis amigos y mi trabajo.

-¿Tu apellido te cierra más puertas por ser quién eres o te ha facilitado las cosas?

-Habrá de todo pero en mi caso, he sido bienvenida y en todos los sitios me han recibido con los brazos abiertos. Hasta ahora he estado cómoda en todo lo que he hecho. No tengo queja ninguna.

-¿Gracias al respeto que se le tiene a tu madre?

-Si me quieren a mi es por todo lo que han hecho mis padres. Por el cariño que se le tiene a mi madre, a día de hoy después de trece años, sigue presente como si estuviera aquí y también, por lo que hace mi padre, que es una bellísima persona y quién diga lo contrario miente.

-¿Hablas con tu madre, la ves, sientes su presencia?

-Sí, yo la noto y sé que la tengo. Muchas veces hablo con ella y le pido que me ayude y también le doy las gracias. Le escribía cartas, que sabía que no me iba a contestar, y se las dejaba en el cementerio. No soy “Paranormal Activity” por favor, pero me expresaba así y luego me llevaba las cartas.

-¿Te acuerdas mucho de tu madre?

-Bastante y en estos últimos momentos me ha hecho falta muchísimo y mi padre se ha entregado a tope, que ahora más que nunca se ha comportado como un padrazo. Vivo sola con mi perro, pero le tengo siempre.

-¿Vives sola?

-Sola, solita y mejor sola y con mi perro. Estoy encantada porque ahora entro en el baño y no tengo que ir recogiendo cosas o limpiando. Ademas, es una maravilla eso de tener la cama para mi sola.

-¿A raíz de tu ruptura qué consejos te ha dado?

-Como buen padre me ha dado consejos, como que un hombre no es todo en la vida, que ahora me tengo que querer mucho y que ante todo soy yo. El mejor consejo que me ha dado es vive y se feliz.

-¿Te apoyabas mucho en tu pareja?

-Cuando tengo una pareja me entrego al cien por cien y hasta los dientes. No me mimetizo con mis parejas porque siempre soy yo y mi personalidad va hasta el fin.

-¿Qué hay de cierto en que tienes una ilusión?

-Tengo tantas “ilusiones” que cada día sale una nueva. No cuajan porque no empiezan. No busco nada.

-¿Cómo te planteas ahora las relaciones?

-Acabo de salir de una relación de cuatro años. Yo quiero mucho a la gente y me gusta querer pero ahora mismo me estoy queriendo muchísimo a mi misma. Y estoy aprendiendo a quererme muchísimo más . Ahora soy yo, luego yo y después yo.

-¿En ese aprendizaje nuevo has recibido ayuda externa tipo, yoga, religión, psicólogo..?

-Mi familia, mi gente y el reiki, que es brutal. Ya lo probé cuando lo pasé mal con lo de mi padre y mi hermano y la verdad es que es genial. Los mejores psicólogos son tus amigos y tu familia. No cierro puertas, pero tampoco busco nada, si surge genial, será bienvenido, pero yo ahora quiero vivir.

-¿Qué es mejor estar soltera o tener novio?

- Hace un año estuve en el SICAB con pareja y esta vez he venido sola, es un cambio pero me encuentro genial y feliz. Todo se vive diferente en pareja pero he venido soltera y ha sido como “Guau, qué diferente es y cómo me gusta”.

-¿Cuando te has enterado de que tu exnovio, Kiko, se ha comprado una casa, no piensas ¿pero a costa de qué?

-Pienso tantas cosas...que a veces prefiero no decirlas. No voy a decir nada porque donde la ignorancia habla, la inteligencia calla y creo que lo más inteligente es ver, oír y callar. Donde yo hablaré es donde tenga que hablar porque a mi se me ha acusado de muchísimas cosas que son inciertas y habrá que demostrarlo.

-¿Quieres decir que has puesto demandas?

-He demandado por muchas cosas porque son injurias, falta al honor, a la privacidad. Esa persona ha hablado no solo de mi, también de mi padre y de mi hermano que ha tenido una enfermedad y está en un centro recuperándose. Soy yo la que ha vivido la relación y si hablas, hazlo de mí pero no de mi familia.

-¿Cómo van las demandas?

-Pues muy bien porque tenemos un abogado muy bueno y cada cosa que sale se lo mando directamente a él. No le pido cárcel, eso ya se lo pedirá lo de Marbella. He aprendido que el karma existe de verdad y que tengo un ángel que me acompaña siempre porque al principio, cuando pasó todo, era horrible y, al final, he salido mejor de lo que esperaba.

-¿Cuando tu sobrina Rocío te defiende tanto, qué sientes?

-A mi me encanta mi sobrina, pero hay veces que le he dicho que no entre porque al final, esa persona, ese señor es un provocador nato y le he dicho a Rocío que no se sienta aludida por sus provocaciones porque es lo que él quiere, pero a mi sobrina al final le duelen los suyos. Mi sobrina es un amor de niña y le duele que se critique a la gente de su sangre, los defenderá con uñas y dientes porque es lo más normal del mundo. No tengo portavoz, ni mando a nadie a decir nada, me mantengo al margen y mi sobrina habla de lo que ha vivido y de lo que sabe. A ella se lo cuento todo porque somos como hermanas. Y si no hablo no es por cobardía, no lo hago porque tengo más educación y más elegancia que esa persona.

-¿Tu sobrina Rocio es la hermana que nunca has tenido?

- Yo la considero mi hermana , la verdad. Tenemos la misma edad, nos gusta y vivimos prácticamente lo mismo, aunque ella era de rosa y yo de azul.