Guillermo y Kate se preparan para el trono

Sin duda, son los favoritos de los ciudadanos británicos. La familia perfecta, la pareja sin crisis. A Kate nunca se la ha cuestionado como a Meghan y a Guillermo jamás le ha acechado la sombra de ningún escándalo de grandes proporciones. En eso no se parecen al resto de los Windsor. El distanciamiento de los duques de Sussex ha hecho que la figura de los de Cambridge brille más aún. Sobre todo, en Navidad, una época en la que se están coronado como los protagonistas absolutos. Su intervención televisiva del lunes, en la que se mostraron cómodos y relajados ante los fogones, da prueba de ello. Por eso ahora, cuando comienza a comentarse en los corrillos que Isabel II podría comenzar a dejar funciones en 2021, muchos ya reclaman su lugar en el trono.

Asimismo, Guillermo y Kate han sido portada del último número de la revista «People» con un titular que no deja lugar a dudas: «Preparándose para el trono». «Combinan a la perfección su gracia y presencia real con un encantador toque humano. Son naturales y tienen la capacidad de conectar con el resto», dijo al medio estadounidense una persona presente en la recepción para el cuerpo de diplomáticos que ofreció la monarca en Buckingham la pasada semana.

Compromisos solidarios

Su agenda real y sus compromisos solidarios también han crecido. Ya tienen programados dos viajes al extranjero para principios de 2020 y en el Reino Unido continuarán colaborando con organizaciones dedicadas a la promoción de la salud mental y con otras que ayudan a familias con hijos pequeños. Su gusto por los niños se deja notar y la complicidad que consiguen con ellos se extiende más allá de sus tres retoños: Jorge, Carlota y Luis. Por eso, más de un especialista en la casa real ya ha dejado caer que no sería descabellado que se plantearan aumentar la familia.

Además, no es ningún secreto que Kate Middleton es la favorita de Isabel II. De hecho, solo ella y la malograda Lady Di han tenido el honor de lucir las joyas de la reina. La última ocasión en la que se pudo ver esta sutil complicidad fue el pasado jueves, precisamente en la cena para los diplomáticos. La duquesa de Cambridge lució un majestuoso collar propiedad de la reina, un regalo de bodas de Nizam de Hyderabad. Para la cabeza optó por la tiara Cambridge Lover’s Knot, la favorita de la madre de su esposo.