Gente
El último recuerdo a Ari Behn: “Te quiero y te necesito en mi vida”
Un emotivo discurso de su hija mayor emociona a los asistentes al funeral del escritor en la catedral de Oslo, una despedida con honores de Estado a la que asistió la familia real
Ari Behn se fue demasiado pronto. Decidió irse temprano, como dijo una de sus hijas en su sepelio. La tristeza en la despedida del ex marido de Marta Luisa de Noruega se dejaba sentir ayer en los muros de una abarrotada catedral de Oslo. Allí, los miembros de la casa real de Noruega se unieron a centenares de fieles en un último rezo por el alma un escritor que, atormentado por sus fantasmas internos, se quitó la vida el pasado día de Navidad. En primera fila, el rey Harald y la reina Sonia, de riguroso luto. Detrás, la princesa Mette-Marit y su hija, la princesa Ingrid Alexandra, emocionadas ante el adiós al que durante 15 años fue un miembro más de la familia. Pero los protagonistas no eran ellos. Maud Angelica (de 16 años), Leah Isadora (de 14), y Emma Tallulah (de 11), las hijas de Behn y Marta Luisa, no quisieron esconder su dolor. Dieron la cara en el último homenaje a su padre y su entereza conmovió casi más que sus lágrimas. Fue la mayor la encargada de depositar un retrato del difunto trazado en carboncillo, el mismo que iba impreso en la contraportada del programa. Lleva diez horas de trabajo y su firma, y con ella un lamento: no haber podido entregárselo en persona en Navidad tal y como había planeado. El inicio de su discurso posterior fue un dardo al corazón de los presentes: “Querido papá. Recuerdo que en mi confirmación me hablaste y tus manos temblaban. Estabas acostumbrado a estar en la televisión, así que cuando estrechaste mis manos me di cuenta de cuánto significaba para ti. Hoy voy a hablar yo de ti y también te estoy dando la mano”. Junto a ella, su madre y sus dos hermanas, las que en estos días han sido sus compañeras de sollozos. Ari Behn se fue dejando un hueco en decenas de corazones que nunca le olvidarán. También tomaron la palabra sus padres, Olav y Marianne, y sus dos hermanos, Anja y Espen. Pero ninguno de ellos alcanzó la fuerza de las palabras de la adolescente: “Cuando tenía miedo de los monstruos de debajo de la cama, me dijiste que me cuidarías. Eras mi héroe. Te quiero mucho, te necesito en mi vida y me alegra saber que significabas tanto para tantas personas”, siguió. No obvió la lección más importante que ella y sus hermanas aprendieron de su padre, “la fuerza y la alegría infinitas que nos infundiste al creer en nosotras. Gracias por todo eso. Leah, Emma, mamá y yo te echamos de menos”. Tampoco eludió hablar de las razones detrás del fallecimiento de Behn, tal y como hizo el rey Harald en su discurso de Año Nuevo. Lejos de mostrar rencor por la decisión de su padre, Maud Angelica recordó que el suicidio “no es culpa de nadie” e instó a todos aquellos que tengan problemas psicológicos a que pidan ayuda para poder prevenir tragedias como la que le ha tocado vivir a su familia.
En un discreto segundo plano se mantuvo la que era pareja de Ari Behn en el momento de su muerte, la abogada Ebba Rysst Heilmann. Antes del funeral, al que también asistió, compartió al público una emotiva reflexión en sus redes sociales: “Eres el ser humano más loco, bello, fuerte y complejo. Mi amado Ari, siempre estaré contigo. Siempre estaré agradecida de que me dejaras cuidarte, y de sentir que tu corazón late cada noche de todos nuestros días. Ahora tu corazón está en reposo, pero siempre golpeará mi cuerpo con fuerza”. Ambos mantenían una relación amorosa desde el 2017, un año después del divorcio de Behn de la princesa Marta Luisa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar