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Los sábados de Lomana: “El estilo es algo intangible, eso que hace que una persona sea diferente"

Carmen Lomana y Boris Izaguirre
Carmen Lomana y Boris IzaguirrelarazonCarmen Lomana

Si esta crónica sale será un milagro porque estoy atrasadísima. He llegado a las tres a Tenerife y se me olvidó lo de la hora menos en la insularidad, total que son las 18:30 en la Península y yo empezando a escribir. De todas formas siempre hago lo mismo, tengo la mala costumbre de esperar al borde del abismo para sentarme a escribir. Soy incapaz de hacerlo un día antes. Necesito la adrenalina del último momento. De la misma forma que hasta que pongo la primera línea en negro sobre blanco no se me ocurre un tema. Como estamos entrando en la semana en la que empiezan las conmemoraciones del día de la mujer me apetece recordar a una mujer especial por su carisma y personalidad que brilló por ella misma a pesar de estar unida a personajes muy importantes. Ella es Jackie Kennedy.

A pesar de la tragedia y viudedad en un momento de su vida nunca se opaco su imagen ni empaño su brillo si no todo lo contrario la envolvió en un halo de fragilidad que nunca fue tal, al menos yo siempre la he considerado una mujer fría y muy fuerte. Su matrimonio con JFK les convirtió en el sueño americano y en modelo aspiracional de perfección al que aspiraban no solo los americanos sino también en Europa. En su vida hubo muchos claro oscuros que hemos sabido con el tiempo, infidelidades, adicciones, mafia, pero nada ha conseguido empañar la imagen de ensueño, elegancia, clase y sofisticación que supo trasmitir al mundo el matrimonio Kennedy y que sin duda ninguna fue Jackie la inspiradora y la creadora de esa imagen de marca ayudada por el gran modisto Oleg Cassini, creador de su estilo elegante y depurado. El estilo Jackie. Durante los mil días que duró la Administración Kennedy en la Casa Blanca Cassini le diseñó más de 300 modelos.

Carmen Lomana posando en unas escaleras
Carmen Lomana posando en unas escaleraslarazonCarmen Lomana

Tras el nombramiento de John F. Kennedy como presidente de Estados Unidos. algunos círculos cercanos como la directora de “Harper’s Bazaar”, Diane Vreeland aconsejaron a la primera dama que se creará un estilo personal y autóctono eligiendo a Cassini que así se convirtió en su modisto oficial y asesor de estilismo, incluso siendo el inspirador de la decoración que fue cambiada por completo. Jackie se transformóo gracias a Cassini en uno de los grandes iconos de estilo del siglo XX . Ni siquiera su segundo matrimonio con el millonario Aristóteles Onassis disminuyó la fascinación . El matrimonio Onassis Kennedy fue absolutamente de conveniencia, una unión perfecta como declaró el hijo de Onassis: “Mi padre adora los apellidos y Jackie adora el dinero”. Se casaron en la Isla de Skorpios en el 68. Yo nunca olvidaré la noticia y las fotos en los medios de comunicación. Ella vestida con un precioso Valentino a media pierna de encaje. Fue una sorpresa que nadie esperaba y nadie entendía. Se casaba con un hombre 20 años mayor, feo, con muy mala reputación pero eso sí, estaba considerado un gran seductor quizá por su cuantiosa fortuna, unido sentimentalmente a la cantante de ópera Maria Callas que también se enteró por la Prensa de la boda.

La recuerdo en esta época en la que yo era adolescente y también vivía fascinada por ella, paseando por Capri con su pantalón pitillo blanco y su camiseta negra, enormes gafas oscuras, descalza o con unas sandalias mínimas. No era guapa, tenía los ojos separados, piernas fuertes y torcidas, facciones cuadradas y nada elegantes pero consiguió ser hasta el día de hoy un icono de estilo... El estilo es algo intangible, eso que hace que una persona sea diferente. No quiso quedarse en el personaje de heroica viuda de América, busco en Onassis refugio. Hoy sigue marcando estilo 26 años después de su muerte.