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Los cinco pecados capitales de Nacho Vidal

El actor catalán ha sido dado por muerto, acusado de blanqueo de capitales, malos tratos y otras polémicas

Nacho Vidal
Nacho Vidallarazon

Nacho Vidal nunca se ha escondido. Habla claramente de todo lo que le preocupa sin pensar en las consecuencias que puedan tener sus palabras, lo que hace que nunca deje indiferente a nadie. Vidal ha sido uno de los actores de cine para adultos más famosos del mundo, con 26 años de carrera a sus espaldas, más de 600 películas como protagonista y cerca de 200 como director en 24 países, que le han hecho merecedor de 18 premios. Además de actor, director y productor, Vidal comercializa juguetes sexuales -entre ellos una reproducción exacta de su sexo- y ha comenzado su actividad como coach. Hace un año, decidió dejar el mundo del cine para adultos y empezar de cero. Volver a ser Ignacio Jordà González y dedicarse a “hacer lo que le dé la gana, lo que me haga feliz, me aporte y sume”, según dice en su canal de Youtube.

En el vídeo en el que anuncia su nueva vida habla a sus seguidores de “Los 12 mandamientos de Nacho Vidal”, una serie de vídeos en los que Ignacio Jordá dará una masterclass cada mes durate el próximo año en las que “enseñaré las 3 claves más importantes para tener una relación sana con tu pareja. Es el lado humano, sensible, pero sensato que hay detrás del personaje, te aseguro que será lo mas apasionante que podré enseñarte jamas”.

Sin embargo, esta nueva imagen de una persona sosegada, tranquila, amante de las pequeñas cosas, choca con la verdadera personalidad de Nacho Vidal, que siempre aflora.

Poco después de dejar el cine porno, Vidal pasó por una profunda depresión, en la que cayó en el alcohol y las drogas. Según confiesa en otro vídeo, descubrió la droga conocida como el veneno de sapo, que le sacó de todo y se volvió un fanático. El catalán reconoce que llegó a ponerse violento con sus amigos para obligarles a tomar la sustancia que según el mismo confiesa “era el santo Grial”.

Pero una de esas experiencias salió mal y Vidal ha sido detenido. En 2019 participó en un ritual místico consistente en inhalar “veneno de sapo”, y en el que, al parecer, murió por efectos de esta droga el fotógrafo valenciano José Luis Abad. Vidal ahora afronta cargos por homicidio imprudente.

Pero no es la primera gran polémica protagonizada por el actor de 46 años. Hace unos días fue duramente criticado por una intervención televisiva en la que criticaba que los españoles aplaudieran a los sanitarios por “hacer su trabajo”, un trabajo “que pagamos todos”.

Anécdota aparte, Vidal se ha generado numerosos enemigos que han llegado a anunciar su muerte, a ser acusado de blanqueo de capitales o a decir que estaba contagiado con VIH y ha llegado a denunciar que ha sufrido abusos sexuales.

La primera vez que pisó los calabozos se remonta al 22 de marzo de 2007, cuando fue detenido por una presunta agresión a su pareja que no pudo llegar a demostrarse. Cinco años después, en 2012, fue detenido en el marco de la operación Emperador y acusado de blanqueo de capitales a través de su productora, caso que también implicó a otros miembros de su familia y del que todos fueron absueltos.

En 2015 denunció que la madre de su hija Candela, la que le denunció por malos tratos, se la había llevado del país y no quiso ponerlo en manos de la justicia para que no encarcelaran a la madre de su hija por secuestro internacional.

La impulsividad de Vidal, e incluso agresividad, quedó patente en su paso por “Supervivientes”, programa que se vio obligado a abandonar durante unos días por un incidente. A pesar de ello, cuenta con mucho tirón entre el público y logró quedar en segunda posición.

En 2017, Vidal denunció que un médico abusó sexualmente de él en una clínica de Colombia a la que acudió por un dolor de oído. Según relató el actor, el médico le obligó a bajarse los pantalones y comenzó a tocarle.

Otra de las polémicas del catalán fue la confesión de la transexualidad de su hija, a la que dedicó un documental dirigido por David Fernández de Castro y Marc Parramón y que fue presentado el pasado año en el festival de Málaga. “Me llamo Violeta” narra la vida de dos familias muy diferentes con un mismo punto común. En ambas hay un menor transgénero. Vidal ha explicado que si hija le confesó su situación cuando tenía 6 años y que le ayudaron en todo el proceso de transformación.

La presentación de la película suponía la primera aparición de Vidal después de tuviera que salir a desmentir que se había contagiado de VIH. Vidal publicó varios vídeos en los que narraba lo sucedido y en los que explicaba que había dado un falso positivo y que así lo habían dejado claro varias pruebas posteriores. Lo que sí admitió es que a lo largo de su prolífica carrera había contraído 50 veces la gonorrea y otras 50 clamidia.

Pero la verdadera enfermedad que sufre Vidal es el síndrome de Reiter, afección caracterizada por manifestaciones oculares conjuntivitis o uveítis, artritis reactiva y uretritis y puede llegar a ser crónica. Una enfermedad muy dolorosa que, según Vidal, llegó a pensar en el suicidio.