Maquiavélica, fría y calculadora. Fani diseña a medida su futuro con Chistopher a golpe de talonario. En sus planes de boda ya tiene cabida hasta un enrevesado divorcio. Porque ella misma lo ha desvelado a otra concursante cuando las cámaras no le grababan en “La casa fuerte”.

Ni la madre del “calzonazos” Chris se cree que la novia de su hijo esté enamorada de este chaval que aguanta todo lo que se le viene encima, y que, seguramente, no sabe lo que le prepara su chica. Boda y divorcio, amor- desamor, engaños y mentiras. Y es que el fantasma de Ruben, aquel muchacho con el que Fani puso los cuernos a su pareja en “La isla de las tentaciones”, sigue planeando a su alrededor. Si fuera por ella se lanzaría a los brazos del musculoso personaje, dejando en la estacada al pobre Christopher. No nos cabe la menor duda.

La biografía de Fani daría para cien capítulos de una apasionante telenovela, una madre muerta en dramáticas circunstancias, una presunta etapa de “chica de compañía”, infidelidades, un hijo inesperado, un padre desconocido, enfrentamientos familiares, humillaciones a Chris.

Lo último, un posible nuevo embarazo que, más bien, suena a montaje. Ayer, cuando le entregaron los resultados del test en directo en el concurso, no quiso compartirlos con la audiencia. Si han dado positivos, cosa poco probable, esperarán a salir de la casa para hacerlos públicos en una bien remunerada entrevista en una revista. Esto ya huele demasiado a tomadura de pelo.