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Bulgaria devuelve su palacio al rey Simeón

Lleva años luchando para recuperar todo lo que le confiscaron tras proclamarse la república en su país. Pero este triunfo es especial

EL REY SIMEON DE BULGARIA POR LAS CALLES DE MADRID
EL REY SIMEON DE BULGARIA POR LAS CALLES DE MADRIDEBR/EAA©GTRESONLINE

A Simeón de Bulgarianadie le podrá echar en cara que no tiene perseverancia y paciencia: 52 años ha esperado para que el Constitucional búlgaro declarase «anticonstitucional» la nacionalización de las propiedades de su familia. La semana pasada recibía otro regalo, el Tribunal Supremo de Casación de Bulgaria admitía que el parque y el palacio de Tsarska Bistritsa es de su propiedad y de su hermana, María Luisa Chrobok y, por tanto, deben serles devueltos, así como las costas del juicio. Allí pasaron su infancia los hermanos antes de partir hacia un exilio, primero en Egipto y luego en España, que fue interrumpido por una paradoja única en el mundo, el regreso en 2001 a su país natal del que fuera el último zar del reino de Bulgaria, Simeón II, reconvertido en primer ministro de la República Búlgara, Simeón Borissov Koburgotski.

Amigo del Rey Juan Carlos

Para Simeón, la devolución de su palacio es una pequeña recompensa a los largos litigios que mantiene para que le sean devueltas multitud de propiedades que fueron de la familia real búlgara hasta 1947, cuando se abolió la Monarquía en Bulgaria y la nueva República enajenó «sin ninguna compensación» todas sus propiedades. Sin embargo, en 1992 se creó la Ley de Restitución y en 1998 el Tribunal Constitucional búlgaro declaró que la nacionalización de las propiedades privadas de los antiguos zares es «anticonstitucional». Entre 1998 y 2004, le fueron devueltas a Simeón y a su hermana las propiedades nacionalizadas, excepto una finca. Pero un nuevo revés surgió en 2009, cuando el Parlamento búlgaro impuso una moratoria sobre esas propiedades, impidiéndoles la venta o el uso comercial de ellas.

El Rey don Juan Carlos acompañado por la reina doña Sofía,iz., conversa Simeón de Bulgaria,d.
El Rey don Juan Carlos acompañado por la reina doña Sofía,iz., conversa Simeón de Bulgaria,d.larazon

Si la Zarzuela era un pabellón de caza, el palacio de Tsarska Bistritsa también lo era para la antigua familia real búlgara. Si en La Zarzuela se han celebrado comuniones de infantes, en Tsarska, bodas de princesas. En el del monte de El Pardo se han criado los hijos de un rey, Juan Carlos, y en el de Bulgaria se ha criado un rey, Simeón II. Ahora, el Rey Juan Carlos I tiene complicado regresar a La Zarzuela y, sin embargo, Simeón II podrá volver a disfrutar del palacio de su infancia. Las vidas de ambos regentes, que son de la misma quinta, han estado marcadas hasta en sus propiedades y Simeón puede estar satisfecho de haberle echado una mano al orden sucesorio de la Corona española cuando medió entre padre, Don Juan, e hijo, Don Juan Carlos, por la cesión de los derechos dinásticos. Ambos monarcas vivieron sus infancias en guerra y ambos conocieron el exilio. Los Borbón Grecia y los Sajonia-Coburgo-Gotha Gómez-Acebo son amigos y son familia, y todos han conocido la belleza del palacio que ahora recupera Simeón de Bulgaria y en donde, a buen seguro, Don Juan Carlos, tiene siempre las puertas abiertas.

Su palacio más querido

Simeón nunca abdicó sus derechos, de ahí que él mismo y sus seguidores le den trato regio. Es un hombre cauto, al que le ha costado tantos años de litigio que, ahora, por si acaso, prefiere tomar posesión de su palacio recuperado y no hacer ninguna declaración más allá de la alegría con la que ha recibido la noticia. Una alegría extensible a toda su familia y, en especial, a la hija más cercana, Kalina, que incluso se casó con el aventurero, Kitín Muñoz, en ese palacio porque había sido el lugar donde su padre había sido más feliz. El Palacio Real, Simeón lo tenía asociado a momentos trágicos como la muerte de su padre cuando él tenía seis años y se convirtió en zar bajo una Regencia, o la salida hacia el exilio, con tan solo nueve años. Sin embargo, en las 20 hectáreas del complejo Tsarska Bistritsa ubicado al oeste de su país, en la estación de esquí de Borovets, guarda los recuerdos más entrañables. De ahí que su hija Kalina, que adora a su padre, lo escogiera para casarse y bautizara también a su hijo, Simeón Hassan, en la capilla ortodoxa del complejo. En la propiedad destacan el pabellón de caza, que es un edificio de estilo alpino, y la propio edificación del palacio.

Simeón de Bulgaria y de Margarita Gómez Acebo
Simeón de Bulgaria y de Margarita Gómez Acebolarazon

Desde luego lo que hay que reconocerle a Simeón –casado con Margarita Gómez-Acebo y padre de cinco hijos: Kardam, que falleció en 2015 a raíz de un accidente de coche; Kiril, Kubrat, Konstantin y Kalina– es su constancia. Lleva casi toda su vida litigando contra el Estado de su país para que le sean devueltas, a él y a su hermana Maria Luisa, las propiedades de su familia confiscadas hace años. Incluso ha llevado sus litigios hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. De hecho, en 2018 Estraburgo registró dos denuncias para que le fueran devueltas dos propiedades: el pabellón de caza de Saragyol y el palacio de Sitnyakovo y desestimaba la restitución de la finca de Krichim.