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Triste noticia para el Rey Juan Carlos: muere su amor imposible de juventud

Hoy el Emérito dice adiós a la condesa Olghina de Robilant

El rey Juan Carlos durante la entrega de la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando al Teatro Real. Foto de archivo
El rey Juan Carlos durante la entrega de la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando al Teatro Real. Foto de archivoJuanJo MartínEFE

Dos mujeres marcaron la juventud del Rey Juan Carlosantes de conocer a la que sería su esposa, la princesa Sofía de Grecia. Estas mujeres fueron la condesa Olghina de Robilant y la princesa María Gabriela de Saboya. Hoy, el padre de Felipe VI dice adiós a una de ellas.

Olghina de Robilant ha fallecido a los 87 años en la localidad italiana de Como, donde vivía desde ía algun tiempo. En España es especialmente conocida por ser el amor de juventud del entonces Conde de Barcelona, y uno de los rostros más destacados de la alta sociedad italiana. Fue actriz y mantuvo romances que figuras destacadas del cine de la época como Tony Curtis, Alain Delon, Ernest Hemingway o Truman Capote.

Condesa Olghina de Robilant
Condesa Olghina de RobilantEfeEfe

Sin embargo, Don Juan Carlos fue su primer gran amor. Don Juan Carlos y Oghina se conocieron en Portugal, en el verano de 1956. Las dos familias residían en el país vecino y a pesar de la diferencia de edad que existía entre los dos surgió el flechazo inmediatamente. Ella misma lo reveló en una entrevista a “El País” en 2014: “me enamoré como una colegiala. Era una relación alegre y simpática, sin compromisos”, recalcó entonces.

Pero el Emérito tuvo que marcharse a la mili y la distancia acabó con la pareja, a pesar de que estuvieron carteándose durante un tiempo: «Sabes que estoy enamorado de ti como de ninguna otra chica hasta hoy. Pero sabes también que, por desgracia, no puedo casarme contigo. Debiendo, por tanto, escoger, creo que Gabriela es la más conveniente», sentenciaba el padre de Felipe VI. Sin embargo, ni Gabriela ni OIghina lograron superar los numerosos filtros a los que tuvo que hacer frente el entonces Príncipe de Asturias, que finalmente contrajo matrimonio con la princesa Sofía de Grecia.

Olghina se fue a Roma a vivir, y a los 25 años tuvo a su primera hija, Paola, de la que nunca llevó a revelar la identidad del padre, aunque sí que era “romano casado y con hijos”.

Más tarde se casó con el pintor Antonello Aglioti, padre de su segunda hija, Valentina, aunque la pareja se separó antes del nacimiento.