Roma se prepara para uno de sus eventos más solemnes y mediáticos del año: la entronización del nuevo pontífice, León XIV. El próximo domingo 18 de mayo, la Plaza de San Pedro acogerá la misa de inicio del pontificado del primer papa estadounidense, Robert Francis Prevost. Y como manda la tradición, las casas reales no piensan perdérselo.

Más de 250.000 fieles y 5.000 efectivos de seguridad acompañarán una ceremonia que reunirá a líderes políticos, religiosos y, por supuesto, a buena parte de la realeza europea. España estará bien representada con la presencia confirmada de los reyes Felipe VI y Letizia, habituales en estos actos vaticanos. Se baraja incluso la posible asistencia de la Reina Sofía, que por esas fechas estará en Roma por motivos oficiales.

Rumbo a la Ciudad Eterna

Pero no serán los únicos royals que pondrán rumbo a la Ciudad Eterna. Desde Bélgica y Mónaco se espera la llegada de representantes de sus respectivas casas reales, ambas de tradición católica. También se apunta a un posible viaje de la reina Máxima de los Países Bajos, que no pudo asistir al funeral del papa Francisco por coincidir con el Día del Rey. Su presencia ahora sería un gesto de respeto... y también de diplomacia.

Más inesperada es la representación del Reino Unido. Lejos de enviar al príncipe William o al propio Carlos III, Buckingham ha confirmado que será el príncipe Eduardo, duque de Edimburgo, quien asistirá en nombre del monarca británico. El hermano menor del rey, de perfil discreto pero constante en actos institucionales, tomará así el relevo de los Gloucester, que en 2013 estuvieron en la entronización de Francisco.

No se ha confirmado si Eduardo viajará solo o acompañado por su esposa, Sofía de Edimburgo, pero su aparición ya ha sorprendido a más de uno. El gesto subraya el interés del rey Carlos en mantener abiertos los canales con el Vaticano, especialmente tras su reciente visita al papa Francisco antes de su fallecimiento.

Mientras tanto, desde Estocolmo y Copenhague aún no hay noticias. Aunque los reyes de Suecia y Dinamarca asistieron al funeral del pontífice argentino, no lo hicieron en su entronización. ¿Seguirán el mismo patrón con León XIV?

Lo que está claro es que el nuevo papa no solo tendrá una ceremonia a la altura de su histórico nombramiento, sino también un front row lleno de tiaras, condecoraciones… y alguna que otra sorpresa royal.