Entrevista

Nuria Tiburcio, autora de "Elena, la infanta castiza": "Entre Elena y Letizia no hay nada en común"

"Me sorprende cómo ha podido sortear la infanta todas las polémicas", cuenta a LA RAZÓN

La infanta Elena en una imagen reciente
La infanta Elena en una imagen recienteJesus BrionesGTRES

La vida de la infanta Elena está marcada por luces y sombras. De las segundas se hace hincapié en el libro de Nuria Tiburcio, “Elena, la infanta castiza” ( Editorial La Esfera de los libros), donde descubrimos la falta de empatía de la hija de los eméritos con la reina Letizia, el llanto al despedirse de su padre cuando don Juan Carlos decidió “exiliarse” en Abu Dabi, la desesperación ante la actitud rebelde de sus dos hijos o la falta de sintonía con su ex marido, Jaime de Marichalar.

Me sorprende cómo ha podido sortear la infanta todas las polémicas, por ejemplo, la separación tormentosa de su esposo, o los frentes abiertos con Froilán y Victoria Federica y la despedida de su progenitor cuando abandonó España", dice.

-Ella no se esperaba unos hijos tan problemáticos.

Y le costó bastante asimilarlo. Vic era una niña muy cariñosa, pero al cumplir los quince años explotó, convirtiéndose en una joven rebelde. La relación madre e hija ha sido muy complicada, aunque la primera intenta que sea buena.

-¿Y con Froilán?

Pues nada más tienes que ver que le ha mandado con el abuelo a Abu Dabi, a ver si allí se endereza un poco. Estará con don Juan Carlos unos meses, y, después, si su hijo quiere, quedarse a vivir y trabajar en ese país. Su intención es alejarle del mundo mediático y de la prensa.

-Vamos, que se lo ha quitado de en medio…

No creo que llegue a tanto. A su hijo no le gusta salir en los medios, odia a la prensa, al contrario que su hermana, que disfruta siendo la protagonista de los eventos.

-El emérito adora a su nieto. Le recuerda a sus “locuras” de juventud.

Es su nieto favorito, se entienden muy bien, tiene las mismas aficiones… Además, Elena es el ojito derecho de su padre. Se parecen en carácter, tienen el mismo sentido del humor, gustos similares…

-Pues más bien parece una mujer muy arisca y prepotente.

A veces sí lo es. Sobre todo con los periodistas, porque, al igual que Froilán, odia a la prensa. Es más, la culpa de todos los problemas de su familia, cosa que no es cierta. Le sale su carácter fuerte… curiosamente, en las distancias cortas es sencilla y cercana.

-¿Qué ha heredado de su madre?

El sentimiento de unión familiar. Elena ha apostado por la familia por encima de la institución.

¿Se equivocó al apoyar firmemente a su hermana Cristina y a Iñaki Urdangarin en el caso Nóos?

Estuvo a su lado al cien por cien, convencida de que eran inocentes, y se llevó una gran decepción con su cuñado. Fíjate que Iñaki pasó la última noche antes de entrar en la cárcel en el piso de su cuñada. Hablaron durante horas, Elena le consolaba y le abrazaba, acabaron llorando… ahora no entiende la traición de Urdangarin a su hermana con Ainhoa Arteta. Es que no quiere ni ver en pintura a Iñaki.

-¿Por qué está tan distanciada de la reina Letizia?

Son muy distintas. Entre ellas no hay nada en común. En el 2007, cuando Elena decide separarse de Marichalar, Letizia se puso más del lado de Jaime. Eran aliados. Y la infanta no lo entendió. Tampoco comprendió el desaire de su cuñada con su madre, la reina Sofía, en la catedral de Palma. Ver cómo Letizia trataba a la emérita, le dolió muchísimo.

La infanta Elena
La infanta ElenaÁngel Díaz BriñasEuropa Press

-¿Cree que Letizia ha influido en el distanciamiento de su marido y su cuñada?

Es que los dos han estado en bandos contrarios, como fue en el caso Urdangarin. El rey y la infanta se siguen queriendo mucho, pero su relación no es la de antes. Sus conversaciones son cordiales sin más.

-Elena y Marichalar apenas tienen relación.

Muy poca, Su ruptura fue muy tormentosa, y queda mucho rencor y dolor. Se siguen culpando el uno al otro de la separación. No han sabido dejar los rencores atrás y mirar más por sus dos hijos.

-Es que la infanta ha intentado poner más disciplina a Froilán y Vic que Jaime…

Eso es verdad. Vic es mucho más dócil y menos conflictiva cuando está con su padre. En cambio su carácter cambia con su madre. Jaime le permite todo y le da todos los caprichos…

-Desde que se divorció de Marichalar no se le ha conocido una nueva relación sentimental.

Se le ha relacionado con uno de sus jefes, e incluso con el que fuera su novio, Luis Astolfi. Pero ella lleva muy en privado esa parcela de su vida. Pero creo que ahora no está muy interesada en enamorarse. Le preocupa más la situación de sus hijos y de su padre. Elena considera injusto que don Juan Carlos no pueda volver a España. Sueña con que se produzca el regreso.

-¿Cómo afrontó las infidelidades de su padre a su madre?

Nunca quiso significarse en esas cosas.

-O sea, que no ve la serie “Cristo y Rey”.

No, la veo más sintonizando telenovelas turcas... (ríe)

-¿Que aficiones tiene?

Aparte de la hípica, esquiar y los toros, durante la pandemia le dio por la costura. Y le gusta mucho cocinar postres y jugar a las cartas.

-Es la hija primogénita de los eméritos. ¿Aspiraba a ser reina si se cambiaban las leyes de sucesión?

Nunca se consideró la heredera. Ni tampoco se le educó como futura reina. Siempre tuvo muy claro que su hermano sucedería a su padre en el trono.