Libro revelador
Barbra Streisand se confiesa en sus memorias: de sus amoríos a su polémica nariz
La actriz y cantante ha escrito un libro donde confiesa los episodios que han marcado su vida. Muchos hombres, pero también un trauma por los insultos recibidos
Muchos creen saberlo todo sobre Barbra Streisand, una de las grandes estrellas del cine y la música estadounidense. Pero estos se sorprenderán al conocer algunos de los capítulos más escabrosos de la vida de la actriz y cantante, que ahora también se lanza a las librerías con la publicación de un libro de memorias en el que confesar lo que durante muchos años no ha querido tratar en público. En ‘My name is Barbra’ habla de su fructífera carrera repleta de éxitos y anécdotas para el recuerdo, pero también de su faceta más personal. Esos episodios que nunca han trascendido, al menos no en su propia palabra, y que hacen comprender cómo es la artista nacida en Brooklyn el 24 de abril de 1942.
La nariz de Barbra Streisand es uno de sus rasgos más definitorios, además de su voz. También ha sido motivo de debate, como ella misma ha plasmado en su libro, recordando cómo han tratado incansablemente que se operase para encajar en los cánones de belleza que la industria cinematográfica proponía. Pero además se quejaban de sus dientes, los cuales también quiso conservar pese a las presiones recibidas: “A veces sentía que mi nariz obtenía más prensa que mi propio talento artístico”, recuerda en sus páginas.
Por supuesto, esto le pasó factura: “Ojalá pudiera decir que nada de esto me afectó, pero así fue. Incluso después de todos estos años, todavía me duelen los insultos y no puedo creer en los elogios. Supongo que cuando te vuelves famoso, te conviertes en propiedad pública. Eres un objeto para ser examinado, fotografiado, analizado, disecado. Y la mitad de las veces no reconozco a la persona a la que retratan. Nunca me he acostumbrado y trato de evitar leer nada sobre mí”. Eso sí, bajo ningún concepto sintió vergüenza por sus facciones: “Me gustaban las narices largas… La actriz italiana Silviana Mangano tenía una y todos parecían pensar que era hermosa”, se queja eso sí por este agravio comparativo.
La propia actriz reconoce que no quería que su propia vida se redujese a un listado de amores. Por su vida han pasado hombres que han dejado huella, algunos con más dolor que otros, pero Barbra Streisand hubiese preferido no mentarlos. Sin embargo, desde su editorial le advirtieron que si quería vender libros, no solo debía hablar sobre su ajetreado pasado amoroso, sino también hacer hincapié en los momentos más difíciles. Así lo ha hecho. Recuerda a Marlon Brandon, Don Johson, Omar Sharif, Steve McQueen, Andre Agassi, su primer marido Elliot Gould o el exprimer ministro de Canadá Pierre Trudeau.
Pero Barbra Streisand guarda un destacado lugar a su hijo, Jason Gould, pero también a su segundo marido, James Brolin, con el que aún comparte sus días. Se conocieron en la década de los 90 y el amor parece perdurar con elegancia el paso del tiempo. “Jim y yo nos conocimos en un momento de mi vida en el que básicamente había renunciado a encontrar a alguien. Y, francamente, estaba bien estando sola. Tenía a mi hijo, tenía grandes amigos que me hacían compañía, mi trabajo era gratificante y amaba mi nueva casa en Malibú con vistas al océano”, recuerda. Aun así, lo suyo triunfó y ella reflexiona sobre el motivo: “Creo que la verdadera razón por la que nuestra relación ha perdurado es que ambos estamos dispuestos a trabajar en ello. Jim y yo somos muy diferentes. Como me dijo ‘Tú eres una experta en buscar lo que está mal, mientras que yo simplemente estoy feliz de despertarme cada mañana’”, habla de la disparidad de caracteres que, sin embargo, les ha hecho estar 25 años amándose.
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