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El matrimonio de John John Kennedy y Carolyn Bessete, ¿un fiasco?

«Los herederos de Kennedy» revela las diferencias que existieron entre la idílica pareja que falleció en accidente de avión en 1999.

John John Kennedy y Carolyn Bessete el día de su boda, el 21 de septiembre de 1996
John John Kennedy y Carolyn Bessete el día de su boda, el 21 de septiembre de 1996larazon

«Los herederos de Kennedy» revela las diferencias que existieron entre la idílica pareja que falleció en accidente de avión en 1999.

Formaban una de las parejas más atractivas y sofisticadas de la sociedad neoyorquina de los 90. Él, hijo del mítico presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy, fallecido por el disparo de un francotirador en Dallas; y ella, una atractiva publicista. Su breve matrimonio, tan solo tres años, se vio truncado el 17 de julio de 1999, cuando la avioneta en la que viajaban a la boda de un primo de John, Rory Kennedy, perdió el control y cayó al mar. Carolyn no quería asistir a la ceremonia, por lo que le pidió a su hermana Lauren que le acompañara. Y así lo hicieron a bordo de la avioneta pilotada por un inexperto John John. El aparato se estrelló en el mar y sus cuerpos no fueron recuperados hasta 72 horas después.

La pareja contrajo matrimonio el 21 de septiembre de 1996, en una discreta ceremonia celebrada en Cumberland Island. Su relación vuelve a estar de actualidad por la publicación del libro «The Kennedy Heirs» (Los herederos de Kennedy), escrito por J. Randy Taraborrelli. En él se revelan algunos pasajes desconocidos de la relación del matrimonio que demuestran que lo suyo no fue un camino de rosas. Según recoge la revista «People», el autor afirma que «John y Carolyn se amaban, pero sus diferencias fueron más reales de lo que la gente creía». Ella no encajaba dentro de una familia tan poderosa y mediática, y él se frustraba porque deseaba que ella le conociera más allá de la imagen perfecta que el mundo tenía de él como hijo de un personaje mítico en la historia de los Estados Unidos.

Bessete se sentía abrumada en las reuniones con su familia política, en las que la sometían a un exhaustivo examen de conocimientos de actualidad a los que muchas veces no sabía qué contestar. Se sentía fuera de lugar y nada integrada.

John no empatizaba con los sentimientos de inadaptación de su mujer ya que era una situación a la que él estaba acostumbrado desde niño. Pero ella tampoco llegó a adaptarse a ser el objetivo constante de los periodistas. Los fotógrafos llegaron a formar parte de su vida, y ella se sentía acosada.

Además, la enfermedad de Anthony Radziwill, hijo de Lee Radziwill y primo de John John, a causa de un cáncer les afectó notablemente dada la estrecha relación que mantenían los dos primos. «No se puede sobrestimar el impacto de esta enfermedad en John y su matrimonio ni en sus sentimientos de desesperación por lo que estaba padeciendo su primo», afirma Taraborrelli. «Fue una época en la que a Carolyn le resultó muy difícil acceder a él», añade.

La sombra de la infidelidad

El libro relata también otros pasajes comprometidos de su vida, como cuando en 1998 la publicista buscó apoyo en un viejo amigo. «Una noche, –según relata Taraborrelli–, ella fue al apartamento de un amigo a charlar y él la besó. Ella no entendió el gesto, por lo que se marchó y le contó el incidente a John John, que dos días después acudió a aquel apartamento, de madrugada y le propinó un puñetazo al tiempo que le decía ''Aléjate de mi maldita esposa''». La pareja decidió acudir a terapia para mejorar su relación, ya que según el autor de «Los herederos de Kennedy» «John no quería ser uno de esos hombres Kennedy a los que no les importaba cómo se sentían sus esposas».