Ángel Garó en una imagen de archivo

Ángel Garó sobre la ‘Operación Deluxe’: “Esa cadena se va a enterar”

El también humorista nos cuenta las razones de su adiós a las tablas y desvela que es víctima de la «Operación Deluxe»

Llena las salas con sus espectáculos, pero a sus cincuenta y siete años la profesión ya no le llena lo suficiente como para seguir en activo. Ángel Garó era un «rara avis» en el mundo del humor, un innovador y un maestro en lograr carcajadas. La jubilación voluntaria le retira a su palacete malagueño y a nuevos proyectos, como convertir parte de su casa en varios apartamentos de lujo. «Yo tenía un negocio de restauración en los bajos de mi palacete, lo cerré y voy a convertir ese espacio en apartamentos turísticos lujosos, y estoy supervisando las obras. Esta casa es un bien cultural y se muestra como ejemplo arquitectónico», nos cuenta.

El Ángel artista está desaparecido…

Es que estoy cansado y no me apetece actuar. Acabo de recibir en Las Vegas un premio especial al mejor actor latino y han colocado una estrella con mi nombre, al lado de las de Julio Iglesias, Raphael… Es un paseo de la fama. Me siento orgulloso de ello. Es muy gratificante que te valoren tanto en Estados Unidos.

¿Se retira por cansancio?

Ya estoy muy mayor, he cumplido 57 y no estoy por la labor de seguir. Lo menos que puede hacer un artista es aportar, hacer algo diferente, y yo, después de ver lo que estoy viendo, no tengo cabida en el mundo del humor. No me identifico con lo que se hace ahora mismo. Es como si le dijeras a Liza Minnelli que concursara en «La voz»

No puedo creer que se jubile definitivamente..

Pues sí. Estoy retirado. Me he quitado de en medio. Ahí os quedáis todos… he decidido escoger otro camino, ya me han visto suficiente en los escenarios.

Tampoco se paga tanto como antes.

Si yo ganaba dinero era porque me lo merecía, nadie da duros a peseta si el producto no lo merece. En mi caso, llenaba las salas y era muy rentable para los empresarios. Yo salgo a la calle y la gente me demuestra un cariño tremendo, me quieren muchísimo, ese es mi mayor orgullo. No puedo andar tranquilo. Es que me paran personas de todas las edades, hombres, mujeres, jóvenes, niños... Pero he escogido la opción de vida de irme de esta profesión para hacer otras cosas que me gustan.

El humorista Ángel Garó / Foto: Gtres
El humorista Ángel Garó / Foto: Gtreslarazon

¿Su vida personal se ha normalizado? En los últimos años, se caracterizó por algunos episodios escabrosos en el terreno sentimental...

Hombre, la madurez te enseña, y en mi caso me está enseñando mucho. Tuve la mala suerte de dar con una persona con una enfermedad mental, alguien esquizofrénico, y me trajo muchos problemas. Se desorbitó todo en la que yo llamo «la cadena alegre», dieron una imagen mía distorsionada, y fui a «Gran Hermano» para demostrar mi verdadera personalidad y que estaba totalmente absuelto de todo tipo de problemas.

¿Sigue soltero, entonces?

Sin pareja y muy tranquilo.

¿Le afecta mucho el desamor?

A veces pasan por tu vida personas que a la larga no significan nada, he aprendido de los errores y llevo el desamor lo mejor que puedo. Cuando uno es maduro lo importante es vivir bien contigo mismo. No tengo la necesidad de cuando era jovencito, de tener novio o novia. Ahora mismo estoy solo y muy tranquilo. Vivo en un ambiente precioso, vivo de mis obras de arte, de mis cuadros, leyendo, escribiendo, nutriéndome de cultura, volcado en mis negocios… y ya está.

La denominada como «Operación Deluxe» le pilla de lleno.

Me enteré de que me habían investigado desde la productora, a mí y a mi familia, a mis padres, y les puse una demanda, al igual que han hecho otros muchos personajes populares. Estamos en ello. Y vamos a ganar esta batalla. Esa cadena de televisión se va a enterar. Pero, si se da cuenta, esa gente no habla del tema, no les interesa, porque saldrían perdiendo por todos lados. Allí, el secretismo y el silencio sobre el escándalo es total. Puro hermetismo.

Menudo embrollo...

Ellos se lo han buscado. Es una vergüenza su forma de actuar, se merecen una sentencia ejemplarizante que sirva para evitar futuras actuaciones similares. Somos muchos los que lo estamos deseando. Es cuestión de justicia.