Opinión
El diario de Amilibia: Ayuso va de judoka a dinamitera
Feijóo delega la función explosiva en la fiera de su niña, la política más insultada de España,
Cuentan las malas lenguas peperas que Alberto Núñez Feijóo vio la foto de Díaz Ayuso vestidita de judoka, con el cinturón negro honorífico bien anudado a su esbelta cintura, y en ese momento se le apareció (estamos en tiempos de apariciones y prodigios) la imagen de Agustina de Aragón con su cañón indicándole: «ahí tienes a tu dinamitera ideal». Nos ha contado Carmen Morodo en un titular que «Feijóo encarga a Ayuso que “dinamite” a Vox en Madrid». Digo yo que, por si acaso, tendrá que ser una voladura muy controlada, no sea que la explosión cabree a Abascal y cuando llegue el momento del recuento de votos y al Partido Popular le falte alguno, envíe a Sol a negociar al gato de Carla Toscano, que se llama Don Pelayo y dicen que cuando se le ponen tiesos los bigotes, luce una saña que acojona.
Núñez Feijóo es gallego, no asturiano, y la función dinamitera no se le da muy bien: lo suyo es la concordia y soslayar con elegante fintas la confrontación, que por algo tiene como principal consejera a su tía monja, encargada de trasladar a su sobrino los designios del Apóstol. Por eso, en estos tiempos apocalípticos delega la función explosiva en la fiera de su niña, la política más insultada de España, lo que la mantiene excitada en un perpetuo estado rebelde y batallador. De natural dulce y divertido, el mundo cruel de la oposición la hizo así, kamikaze hasta el final. Ideal para la política, malo para encontrar novio fijo.
«Cada día un incendio, un Gobierno en llamas», dice Feijóo del sanchismo. Experto en infiernos, sabe que algunos incendios se controlan con explosiones, y ahí tiene preparada a Isabel con el cartucho y en modo Rambo.
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