Opinión
Los sábados de Lomana: Vacaciones con el clan Llosa en Dominicana
Me parece fantástico despedir este año con mis lectores desde el Caribe, lejos en la distancia, pero muy cerca en el sentimiento. Necesitaba este cambio total de vida por unos días. El último mes en Madrid ha sido agotador en todos los sentidos: trabajo, vida social, compromisos a los que no llegas porque el tiempo no da de sí.
Haciendo balance del año, me doy cuenta de que en lo personal ha sido bueno. Cuando analizo que es lo que me produce estrés, lo que hace sentirme a veces infeliz, siempre son agentes externos relacionados con la cantidad de noticias negativas que nos genera por un lado, este Gobierno infame y por otro, las que escuchamos y vemos en televisión, donde todo se magnífica. Les encanta alarmarnos con los precios del gas, la subida de tipos en las hipotecas, y mostrándonos siempre tragedias. Esto unido a la persecución fiscal, que padecemos los ciudadanos que trabajamos para mantener a la panda de vagos que no trabajan, el resultado no es muy halagador. Tenemos unos gobernantes hace años que en vez de dedicarse a proporcionar el bienestar de los ciudadanos, solo les interesa perpetuarse en el poder y enriquecer a sus amigos y a ellos mismos.
Mario, el amortizado
La crónica social y el cotilleo de vidas ajenas cada día esta más en alza. Es normal: una forma de evadirse. Hasta aquí me han llegado noticias de que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han terminado. Hace meses que se veía venir. Vargas Llosa ya estaba amortizado para Isabel, ella no es mujer para aguantar a nadie y Llosa ya esta muy mayor. ¡Qué casualidad que toda la familia de Vargas Llosa incluida su exmujer Patricia están aquí en Dominicana viviendo muy cerca de mi y cenando en el mismo chiringuito que nosotros! Según me dijeron, está parte de la familia, su hermano, sobrinos etc. Quizá también él, pero no me fijé, y si así fuese, tampoco lo diría porque sería una faena que no le dejasen en paz.
Mi vida aquí es perfecta. Vivo enfrente del mar, salgo directamente a una playa de arena blanca preciosa, me baño y tomo el sol, bailo merengue y bachata. Ceno viendo anochecer con unas puestas de sol increíblemente bellas, charlo con amigos hasta que nos vence el sueño y he tenido la suerte de coincidir en este maravilloso resort, que se llama Club Hemingway, con un equipo de cine español que están rodando una película. Encontrarme con Aldo Comas, Macarena Gómez y su hijo Dante ha sido un regalo, les tengo mucho cariño. Organicé con parte del equipo una cena en casa que fue estupenda con tortilla de patata, jamón y algunos productos que nos recordasen a España. También están Amaia Salamanca y Pedro Casablanca. Es estupendo reunirnos cuando terminan los rodajes.
Dominicana es la isla donde todo el mundo te sonríe, conocen como se llama su vecino, parece que sean felices, da paz, lo que demuestra una vez mas que el dinero no da la felicidad. Sí el sol, la alegría de vivir, el gusto por la música y el baile. En las sociedades más desarrolladas económicamente las personas se sienten solas, pierden la alegría, algo debemos estar haciendo mal. Desde aquí les deseo un 2023 con salud, dinero y amor. El que tenga estas tres cosas que le de gracias a Dios.
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