La pelea a gritos de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en un hotel en Nueva York

La agenda rosa gira estas semanas en torno a la familia Preysler. Mientras que el 3 de enero se dio a conocer que Tamara Falcó había dado una segunda oportunidad a Íñigo Onieva, solo una semana antes se publicó que su madre y Mario Vargas Llosa tomaban caminos separados. La revista “¡Hola!” asegura que fue la Reina de corazones quien tomó la decisión tras producirse “una escena de celos infundados” en su casa de Puerta del Hierro, y aunque al principio algunas voces desmintieron esta versión, lo cierto es que coge más fuerza a cada día que pasa.

Ya son varios los testimonios que aseguran haber presenciado una de esas escenas de celos de Mario Vargas Llosa, y el último en narrar uno de estos supuestos berrinches injustificados ha sido Kiko Matamoros. El colaborador aseguró en “Sálvame” que el escritor perdió los papeles contra Isabel Preysler mientras se encontraban de viaje en Nueva York, y el enfrentamiento alcanzó tanta tensión que los huéspedes vecinos alertaron a la recepción del hotel donde se encontraban.

“Al principio de la relación, durante el primer año, no habían hecho casi un año, en Nueva York, son invitados a una cena donde había gente de la jet, gente importante del mundo de las finanzas. En esa cena, Isabel recibe una llamada a su teléfono de un armador griego, amigo suyo”, comienza recordando Kiko Matamoros.

“Él ve la llamada perdida. En ese momento, alega que está indispuesto y que no tiene ganas de comer. Se van de la cena, la saca de la cena, y cuando llegan al hotel él le monta un número que Isabel se queda horrorizada. Pegando unos gritos que provocan que los señores que estaban en la habitación de al lado llaman a recepción para ver qué pasa”, continúa el tertuliano de “Sálvame”.

Además, Kiko Matamoros rompe una lanza a favor de Isabel Preysler y asegura no solo que ha contado toda la verdad sobre la ruptura, sino que ha sido “indulgente” con Mario Vargas Llosa al evitar profundizar en los detalles de esas supuestas “escenas de celos” que el escritor protagonizaba. “Las escenas en el tiempo se repetían con muchísima frecuencia. Y delante de muchos testigos”, recalca el tertuliano.