Recaída

Adrián Rodríguez: el actor de "Física o Química" que hoy se retira para cuidarse

El intérprete catalán anuncia su salida indefinida de la vida pública para centrarse en su tratamiento y pide disculpas por el daño causado

Adrián Rodríguez
Adrián RodríguezRedes sociales

Durante la segunda década de los 2000, medio país se sentaba a las ocho de la tarde frente a Antena 3 y entraba al Zurbarán. Y si hay dos nombres que aún hoy hacen "clic" en la memoria emocional millennial son Fer y David: la pareja que convirtió "Física o Química" en un fenómeno sociocultural y en una de las primeras ficciones jóvenes españolas que depositó una historia de amor LGTBI+ en "prime time", sin pedir permiso ni disfrazar la sensibilidad.

Adrián Rodríguez, entonces veinteañero, daba vida a esa mitad del relato romántico que marcó a toda una generación. Después siguieron trabajos en televisión -"Los Serrano", "El Chiringuito de Pepe"-, pero la potencia simbólica de FoQ se le pegó para siempre a la biografía pública. A día de hoy, con 36 años, y después de años alejado del foco, Rodríguez rompe su silencio para comunicar algo que no habla de nostalgia ni de TV: habla de salud, de límites, de franqueza.

Comunicado en redes

En la madrugada del domingo, el intérprete compartió un texto breve y directo a través de sus historias de Instagram. La naturaleza del mensaje -y su tono- cogió a todo el mundo por sorpresa. Venía, precisamente, después de meses en los que él mismo había transmitido que se encontraba en un buen momento y con proyectos sobre la mesa.

"Después de varios meses creyéndome que estoy mejor y demás proyectos que quería llevar a cabo, tengo que reconocer que todo ha sido parte de mi enfermedad".

Con esas palabras, Rodríguez reconoce que atraviesa un bache personal importante. Habla de "su enfermedad", sin rodeos: problemas de adicciones que le han llevado a tratamiento médico y estancias en centros especializados en otras ocasiones.

En el mismo comunicado hay, también, foco y decisión. El actor confirma que vuelve a ponerse "en tratamiento" y que, esta vez, lo hace desde una única consigna: no poner tiempos ni expectativas fuera de la salud.

"Esta vez no hay tiempo, no hay un hasta pronto. Solo volveré cuando realmente me encuentre bien y fuerte. Esto es obedecer y hacer las cosas bien cada día".

Termina su mensaje agradeciendo el amor recibido a lo largo de estos años. Y, también, pidiendo perdón por el daño que puedan haber generado sus propios procesos: "Doy las gracias a todo y sobre todo pedir disculpas a toda la gente que haya causado deudas o cualquier otro inconveniente".

La despedida es tan rotunda como el comunicado: "Estaré completamente incomunicado. Gracias y un beso fuerte".

No hay que romantizar el sufrimiento, pero sí acompañar el coraje. Esta generación -esa que lloró viendo a Fer y David- hoy está más alfabetizada emocionalmente. Y hoy, la noticia, más allá del actor, es otra: el derecho a parar. El gesto de decir "ahora yo".