Opinión

El diario de Amilibia: ¡El post sanchismo soy yo!

"Cuentan las lenguas viperinas que Félix Bolaños le ha preguntado al Amado Líder esperando doctrina"

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a un encuentro con el primer ministro de Líbano, Najib Mikati, en el Complejo de la Moncloa, a 11 de diciembre de 2024, en Madrid (España). 11 DICIEMBRE 2024;PEDRO SÁNCHEZ;ENCUENTRO;LÍBANO;NAJIB MIKATI;MINISTRO; Diego Radamés / Europa Press 11/12/2024
Pedro Sánchez mantiene un encuentro con el primer ministro de Líbano, Najib Mikati Diego RadamésEuropa Press

Leo: «El clan de los moderados del PSOE se activa para armar el post sanchismo. El ala socialdemócrata recaba apoyos nuevos tras el congreso. Busca visibilizar que el PSOE clásico estaría listo para volver». Cuentan las lenguas viperinas que Félix Bolaños le ha preguntado al Amado Líder esperando doctrina: «¿Qué es el postsanchismo, Jefe?». Y Él: «¿Y tú me lo preguntas? ¡El postsanchismo soy yo!». Luego, más calmado, ha preguntado a Tres en Uno sobre la trama. «Nada, Jefe, son Page, Lambán y compañía que se reúnen de vez en cuando a comer». Y Él: «Pues deberían invitarme. ¿Y qué dicen, querido Félix?». «Que no puede calar la idea de que después de Sánchez seguirá el sanchismo, que están listos para cuando haya un giro de timón y lleguen el momento de la catarsis». «¿Más catarsis? ¿Es que no les basta con que me fuera a reflexionar durante cinco días y cinco noches? Son insaciables».

 El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro SánchezQuique GarcíaAgencia EFE

El clan de los moderados quiere mantener viva «la llama del PSOE templado, que no queden rotos los puentes del PSOE con ese espíritu». Feijóo les dice, cuentan, que ese espíritu ya lo tienen en oferta en Génova, más barato y fresco que en Ferraz. Para evitar trámites engorrosos y esperas desalentadoras que puedan enfriar tan importante misión, algunos analistas consideran que el clan moderado debería organizar un golpe incruento y rápido para llevar a Felipe González a la secretaría general sociata y luego a la Moncloa. Sí, ya, tiene 82 años, pero no caigamos en edadismos, dicen. Lo de Biden, sus despistes y el indulto a su hijo ha sido una excepción. Y si no, ahí está Ramón Tamames, que a sus 91 años está más lúcido que nunca y además puede servir de nexo para un pacto a la francesa de la izquierda templada con Vox. O algo así.