Daniel Sancho

Doble moral en las redes sociales: el caso de Daniel Sancho revela la influencia de la apariencia

En Twitter, varios usuarios han resaltado el atractivo físico del hijo de Rodolfo Sancho, pasando por alto el delito que ha cometido

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Daniel SanchoInstagram

¿Cómo se pasa de una confesión por homicidio y desmembramiento a una cena de lujo con varios policías? Cualquiera que haya leído las declaraciones de Daniel Sancho, en las que aseguraba que la policía tailandesa le había tratado muy bien y había degustado una de las mejores cenas de su vida, se habrá hecho esta pregunta. Este trato de favor hacia el hijo de Rodolfo Sancho se ha extendido a las redes sociales, donde palabras como "guapo" y "asesino" conviven en el mismo tuit.

Y es que en la era del "postureo", parece que una imagen vale más que mil palabras y en este caso, más que el crimen más sonado. Lo mismo sucedió con Cameron Herrin, un joven estadounidense que fue condenado a 24 años de prisión por atropellar a una mujer y a su hija de 21 meses, pero que se ha convertido en un ídolo de adolescentes en plataformas como TikTok.

En psicología, esta forma de manipulación se conoce como el "efecto halo". Se trata de un sesgo cognitivo que se da al crear una opinión sobre alguien basándonos en un rasgo concreto. Normalmente, este tipo de apreciación positiva se concede a las personas físicamente atractivas o sociables. Se presuponen cualidades en alguien sin tener la información necesaria para emitir un juicio.

El efecto halo se puede atribuir a objetos, marcas, productos y en los últimos años, a los "influencers". Daniel Sancho reunía todas las características para ser una celebridad en el mundo de las redes sociales: un canal de Youtube, deliciosos platos de comida, viajes a lugares exóticos... Un estilo de vida que él definía como "disfrutón" y que ha creado una cortina de humo en torno a su imagen. Finalmente, este mundo de apariencias resultó ser una "jaula de cristal" para Sancho y una trampa para Edwin Arrieta.