Entrevista
Hablamos con Pablo Castellano, el gran hombre tras la gran mujer: "Soy una persona con mucha suerte"
Empresario y creador de contenido, su identidad pública ya va más allá de la etiqueta de «marido de» María Pombo
Dicen que detrás de un hombre siempre hay una gran mujer, una máxima algo anticuada y con olor a rancio en tiempos de feminismo. De hecho, ahora se ha invertido y son muchos los nombres masculinos que se han dado a conocer gracias al trabajo de sus esposas. Llama la atención el caso de María Pombo, influencer que alcanzó notoriedad a raíz de su relación con el futbolista Álvaro Morata y que ahora tiene una identidad propia, y muy potente. Con más de 3 millones de seguidores en Instagram, la creadora de contenido no es «la ex de» ni «la pareja de». Es María Pombo, y punto.
Es Pablo Castellano, su pareja y padre de sus dos hijos –más la tercera que viene en camino–, el que suele aparecer en los titulares con la etiqueta de «marido de». Pero, como todas esas mujeres que en su día parecían eclipsadas por la sombra de sus maridos, él también es mucho más que el esposo de una de las influencers más destacadas a nivel nacional. «Soy un empresario, un emprendedor. Soy muy trabajador, muy amante de lo que hago, y también una persona con mucha suerte, porque tengo una familia que nunca hubiese imaginado tener. Sobre todo, soy muy amigos de mis amigos», se autodefine para LA RAZÓN, con cierta modestia porque «no quiero que suene pretencioso».
Efectivamente, más allá de las redes sociales –donde también ha conquistado a más de medio millón de seguidores con su propio sello–, Castellano ejerce como arquitecto de éxito junto a su hermano Jacobo con Grupo Archarray, su estudio. La sociedad nació en 2010, tras el fallecimiento de su padre, y 15 años después se ha consolidado como una de las más exclusivas del sector. Las cifras: facturan varios millones al año y emplean a cerca de 40 personas. Un trabajo entre planos y ladrillos que Pablo compagina con sus otras muchas facetas. «Gracias a Dios, estoy en varios proyectos, y todos me hacen ilusión porque cada uno es de su madre y su padre, o sea, no tiene nada que ver uno con otro. Me organizo como puedo para estar en todo lo que pueda. Me gusta afrontar cosas nuevas, mientras termino las otras, y en ese sentido estoy muy feliz», cuenta mientras nos graba el equipo de «Pombo», el reality familiar que ya está rodando su quinta temporada.
A la espera de su tercera hija
Esta dicha profesional casa con la personal. Su matrimonio con Pombo está más que consolidado tras superar una profunda crisis que ellos mismos visibilizaron, y, como se ha comentado anteriormente, aguardan la llegada de su tercera hija. Pese a la experiencia adquirida con los dos primeros, Pablo no oculta cierta inquietud por el nacimiento del bebé, que se espera para principios del año próximo. «Son unos nervios diferentes. Antes eran por desconocimiento, y ahora son miedos por cosas que conoces, que sabes que existen, que pasan, que son reales en la vida cotidiana. Mi preocupación es que venga sana y que esté todo perfecto. Es lo único que nos inquieta y por lo que podemos estar un poco más nerviosos, pero por lo demás… Al final, donde caben dos, caben tres». Si también caben cuatro o cinco, Pablo prefiere dejarlo en manos de la divinidad: «Bueno, eso ya… Dios dirá».