Emotivo

El mensaje de Sara Carbonero a su madre, Goyi Arévalo: "Te quiero guerrera"

La madre de la periodista permaneció varios días ingresada en la Clínica Universidad de Navarra en marzo

Sara Carbonero y su look de madre futbolera.
Sara Carbonero y su look de madre futbolera.@saracarbonero

Fue el periódico "El Español" el que a mediados de marzo anunciaba que Goyi Arévalo, madre de Sara Carbonero, estaba ingresada en la Clínica Universidad de Navarra, la misma en la que la periodista acude a sus revisiones periódicas del cáncer que le fue diagnosticado en 2019, y en la que fue operada de urgencia en febrero de 2021.

Poco después era la propia Sara la que publicaba en su perfil de Instagram un misterioso mensaje que dio lugar a todo tipo de especulaciones. Ahora aprovechando el Día de la Madre, La periodista ha compartido una serie de imágenes inéditas que en las que hace un recorrido por la vida de su progenitora.

Además, ha querido acompañar esas fotografías con unas palabras de admiración hacia su madre a la que define como luchadora. "Madre. Te quiero, guerrera. Te quiero guerrera", ha escrito junto a los hashtags #siemprefuertes #todoslosdíassontudía. Un emotivo mensaje que ha recibido miles de 'me gusta' y comentarios en apenas unas horas.

Tampoco se olvidaba Carbonero ayer de sus hijos, Martín y Lucas. Sobre ellos publicaba en redes sociales algunas imágenes que muestran momentos íntimos de Sara con sus hijos: montando a caballo, jugando a juegos de mesa o tocando la guitarra.

Además, ha querido dedicarles el siguiente poema de Khalil Gibran sobre la importancia de guiar a los hijos en la vida siempre en libertad y dejándoles ser las personas que quieren ser.

"Tus hijos no son tus hijos,

son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.

No nacen de ti, sino a través de ti

y aunque están contigo no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,

pero no tus pensamientos

porque ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos

pero no sus almas

pues en ellas habitan la casa del mañana

que no puedes visitar

ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos

pero no procures hacerlos semejantes a ti,

porque la vida no retrocede

ni se detiene en el ayer.

Eres el arco del cual tus hijos

como flechas vivas son lanzadas.

Deja que la inclinación en tu mano de arquero

sea para la felicidad."