
Polémica en Cádiz
Paz Padilla da la cara para defender su raspa, su negocio y su respeto por los gaditanos
Cádiz le declaró la guerra por un movimiento comercial polémico. Registró su marca y su símbolo y son muchos los que se han visto afectados

Paz Padilla tiene mucha guasa, pero también pierde la paciencia y deja al descubierto su faceta más combativa cuando hace falta. Y parece que ha llegado el momento de decir “basta” y poner los puntos sobre las íes. Y es que la cuestión no es para bromas. Se ve en la obligación de defender no solo su honor, sino también la supervivencia de su tienda de ropa y su marca a través de registros de la propiedad industrial y acciones legales que le han hecho enfrentarse a medio Cádiz. Los comerciantes con los que convive en Zahara de los Atunes le han declarado la guerra y por más que trata de explicarse, son pocos los que llegan a comprenderla.
Y todo por una raspa de pescado. La humorista registró su marca No Ni Na y protegió con ello la raspa que le sirve de emblema. Con ello, muchos artesanos de la zona se levantaron en su contra, al entender que se había producido una supuesta “apropiación cultural indebida” de un símbolo que utilizaban todos los comerciantes libremente desde hacía décadas. Le acusaron de emitir burofaxes y amenazar con demandas, así como de presentarse en sus negocios, grabarles y dejar constancia de su enfado por seguir usando raspas en sus propios productos. Ella no tiene la misma versión.
Paz Padilla pone los puntos sobre las íes
Ya emitió un contundente comunicado en el que, punto a punto, dejaba claro en qué consistía el registro de su marca y qué buscaba con ello. Pensaba que con esta iniciativa se apagarían todos los fuegos y se recuperaría la calma en Zahara de los Atunes, pero lejos de ser así, siguen en pie de guerra contra la que fuese una de sus grandes referentes y embajadoras. Es por eso que se ha visto en la obligación de dar la cara y detallar la motivación de sus movimientos comerciales y por qué no considera que esto sea una ofensa para los gaditanos, como ellos así lo creen.
“Hago este vídeo para toda mi gente de Cádiz. Con todo mi amor y mi corazón, porque no pienso permitir que nos dividan y generen odio con informaciones falsas y calumnias. Os quiero”, comenzaba Paz Padilla su vídeo, en el que quiere dejar claro que hay muchas mentiras puestas sobre la mesa. Se refiere a los comerciantes que han hablado desde ‘TardeAR’ y también muchos otros que han puesto la voz en grito en redes sociales. “Quiero hacer este vídeo para dirigirme a todos vosotros. A nuestros gaditanos y a toda nuestra gente de Zahara de los Atunes y de Barbate, que es lo que de verdad importa”.
Asegura que le ha “dolido” las mentiras y calumnias que han calado y que pondrían de relieve su intención de “perjudicar a mis raíces y a mi gente” de Cádiz. No es así. Al menos eso es lo que quiere dejar bien claro en medio del huracán desatado: “Lo primero, lo que no se puede hacer es que una mentira, porque se repita mil veces, se convierta en una verdad. La raspa no es nuestra y jamás hemos pretendido que lo sea, solo faltaba. La raspa es de Cádiz y no solo de Cádiz, la raspa es un símbolo universal en muchísimos lugares de costa. Nosotros lo que defendemos es que cuando dimos vida a No Ni Na creamos un diseño característico para nuestra marca”.

La raspa en sí no puede ser registrada ni patentada, pero sí la que le hizo Xoan Viqueira en exclusiva para ellas: “No estamos registrando una raspa universal, sino un diseño específico de ella y únicamente para el sector textil y complementos. Si hubiera sido universal, el registro de marcas y patentes no nos hubiera permitido registrarla y se registra, precisamente, para evitar como nos ha pasado hace, casualmente, una semana, que pueda confundirse porque se parezca lo suficiente como para crear un riesgo de confusión o de asociación en el mercado, que la confusión o la asociación son términos muy subjetivos que dan lugar a muchísimas opiniones”.
Pero para ella no todo es válido aquí y las interpretaciones subjetivas no pueden ser tomadas como armas arrojadizas en contra de ella, su hija y su negocio: “Los que tienen que resolver esa confusión no es un plató, sino la oficina española de patentes y marcas. Quien diga que yo he querido registrar la raspa miente. Quien diga que yo he prohibido utilizar el símbolo de la raspa, miente”, aclara Paz Padilla en un vídeo que ya está generando muchos comentarios entre aquellos que ven lógicas sus explicaciones y otros que siguen batallando por su decisión de proteger su raspa, que no la raspa universal.
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