Entrevista

Rappel: «Le leí la mano a Pedro Sánchez, pero me callo lo que vi»

El popular vidente aprovecha la presentación de su último libro, «El futuro ya es ayer», para recorrer una vida que es historia pura aliñada con adivinación

Entrevista al futurólogo Rappel
Entrevista al futurólogo Rappel. David JarDavid JarFotógrafos

Como era de esperar, tratándose de Rappel (Madrid, 1945), la rutina matinal de café, tostada y entrevista transmuta en un fascinante aquelarre por el que van pasando los personajes más populares de nuestra historia reciente. Desde Ava Gardner, que le dio motivos para reafirmar que era «el animal más bello del mundo», hasta Pedro Sánchez, a quien leyó la mano, aunque se reserva los detalles.

Queda fuera de nuestro aquelarre el demonio, una criatura a la que nunca ha invocado, como nos contará a lo largo de la conversación. Tampoco habrá ofrendas humanas ni nigromancia, pero sí la sugestión oportuna para dejarnos cautivar por el relato de este entrañable vidente que, a punto de cumplir los 80, se nos presenta como una divinidad pagana, más oráculo que humano, con su último libro, «El futuro ya es ayer».

Entrevista al futurólogo Rappel. David Jar
Entrevista al futurólogo Rappel. David JarDavid JarFotógrafos

Dice Rappel que no sabe bien de dónde le nace esta fuerza sobrenatural que le permitió, por ejemplo, anticiparle la muerte de un caballero de alto copete a su esposa a punto de divorciarse: «A la vista de lo que dijeron las cartas, esperó y como viuda le quedó un patrimonio millonario. Como agradecimiento, me obsequió con un coche», desvela. Uno de sus bisabuelos, zapatero, tenía dotes adivinatorias y en la trastienda, entre remiendo y remiendo, leía las cartas a las clientas; también su bisabuela Paula preparaba ungüentos para los dolores. Si es o no genético, lo desconoce. «Lo que sé es que soy el único de los Pinilla que heredado la clarividencia».

Rafael Francisco Payá Pinilla –su nombre real– se percató de sus dotes de niño, cuando descubrió que a su niñera Manolita le echaba las cartas La Pioji, una gitana andrajosa. «Supe que yo también había nacido con ese don y con el tiempo fue tomando fuerza». En aquel Madrid de posguerra, reconoce que tuvo una infancia privilegiada y muy feliz. «Recuerdo la alegría de mi abuela cuando llegaban las verbenas de San Isidro y San Antonio. A pesar de ser navarra, era muy flamenca y nos llevaba a los 18 nietos. Jesús Aguirre era su guía espiritual y se apuntaba a nuestras meriendas dominicales con pestiños. Un día llegó y le dijo a mi abuela que colgaba los hábitos para casarse con la duquesa de Alba».

Entrevista al futurólogo Rappel. David Jar
Entrevista al futurólogo Rappel. David JarDavid JarFotógrafos

Una de las personas decisivas en su vida fue el diseñador Cristóbal Balenciaga, su maestro de vida. «Me trató como a un nieto. Con él aprendí todo lo que sé sobre costura en el taller de la Gran Vía. Fue, además, mecenas que salvó el negocio de mis abuelos. Cuando se enteró de que quería ser modista, me llevó a su taller para aprender todo desde el principio: coser bajos, hacer un dobladillo o usar un dedal. Cuando estaba en Madrid, me pedía que le acompañase a tomar medidas a sus clientas».

Así conoció a Ava Gardner. «Cuando se quitó el vestido, vi que no llevaba combinación, como el resto, sino un sujetador de encaje y un tanga casi transparente. Se probó un vestido de gasa fucsia y de rodillas, como si le rezáramos a una Virgen, Balenciaga y yo le cogimos el dobladillo con los alfileres en la boca, embobados».

Rappel aprendía rápido y entre hilvanes empezó a dar esos otros pespuntes sobrenaturales. «Leer las cartas o las líneas de la mano me ha abierto muchísimas puertas. Me han solicitado mis servicios como vidente artistas, aristócratas, ministros, políticos, empresarios… gente de todo pelaje y rango, algunos inimaginables, que acudían buscando respuesta a sus dudas más existenciales».

Además de vidente, oficio que aún ejerce, ha sido modisto, relaciones públicas de Florida Park, locutor de radio… Por su vida y por sus manos, bien como modisto, bien como adivino, han pasado Carmen Polo, Lola Flores, Lucía Bosé, Rocío Jurado, Niní Montián, Carmina Ordóñez, Cayetana de Alba, Concha Piquer, Raffaella Carra, María de las Mercedes, madre del Rey Juan Carlos, condesas, duquesas… «También a Franco le leí las cartas». Habla acelerado y las anécdotas se atropellan, pero en el libro ha guardado un espacio para cada una, como que jugó al escondite con Mastroianni en su mansión. Como curiosidad, nos cuenta que la tela del traje de novia de Teresa Urquijo, heredado de su abuela, salió de la tienda familiar.

«La situación más loca en la que me he visto envuelto por culpa de mi don sucedió en la televisión pública italiana, en la RAI, con mi querida Raffaella Carrà, en 1996. Cicciolina, aquella mujer que había sido actriz porno, cantante y también política, quiso que le adivinase su futuro sentimental en la areola de los pezones. Llevaba un vestido palabra de honor y se lo bajó. Accedí y escudriñé sus pechos con una lupa que solicité a la dirección del programa».

Cicciolina ha estado en España con motivo del reportaje de la revista
Cicciolina ha estado en España con motivo del reportaje de la revistalarazon

No es solo su videncia lo que le hace mágico a Rappel. Es su derroche de empatía, su gusto por escuchar, sus exquisitas túnicas de raso o seda salvaje, su iconografía excéntrica, su misticismo pop, su fe en una realidad que a los demás se nos escapa. Conserva una cabeza prodigiosa y dice que, si no ha contado todo, ha sido por falta de espacio, no por desmemoriado. Como buen modisto, si hay jirones en su biografía, los ha remendado con hilos de oro. «Entre magia y verdad, la vida se me ha hecho corta», concluye.