
Durísima pérdida
La tragedia que le borró la sonrisa a Mario Vaquerizo durante años
Aunque es un showman y disfruta haciendo reír hay un capítulo en su vida escrito con dolor. Nunca se repondrá, pero pudo volver a sonreír

Mario Vaquerizo es un torbellino que siempre roba carcajadas en sus apariciones públicas, aunque últimamente ha estado inmerso en un proceso médico muy delicado. Una caída desde el escenario le dejó maltrecho, teniendo incluso que pasar por quirófano y alejado de su trabajo durante meses. Ya está recuperado, aunque le ha tomado el relevo su mujer, Alaska, con problemas en el ojo por el que también ha perdido la visión. Les ha mirado un tuerto, dirán algunos. Pero las tragedias para el periodista reconvertido en showman no empezaron aquí. Arrastra una de la que aún siente que arrastra profundas heridas internas y de la que le cuesta reponerse. No solo él, sino también toda su familia. Un tema delicado que no le gusta poner sobre el tapete informativo, pero del que ya ha hablado cuando abría su corazón para que el público deje de tener una visión frívola sobre él. Le gusta el humor, disfruta haciendo reír, pero también sabe lo que es llorar. Y lo ha hecho a mares.

Ahora que tiene planes de regresar a los escenarios con las Nancys Rubias este mismo mes de marzo, tras el parón que supuso su caída al vacío, se siente a charlar con Pablo Motos. Este lunes acude a ‘El Hormiguero’ dispuesto a divertirse, aunque el presentador es único a la hora de sacar confesiones de sus invitados en su vertiente más íntima y personal, entre chascarrillos. Quizá hoy no tenga cuerpo para tratar la tragedia de la que aún tratan de reponerse toda la familia Vaquerizo. Ha pasado más de dos décadas, pero ninguno lo olvida ni un solo día de sus vidas. En 2004 tuvieron que enterrar a Ángel, el hermano de Marta y Mario Vaquerizo, a la temprana edad de 32 años. No pudieron hacerse a la idea del trágico final de Angelito, como así le conocían en la intimidad, pues perdió la vida a consecuencia de un accidente de tráfico.
“Él iba en moto y una ambulancia se lo llevó por delante”, confesaba el propio Mario Vaquerizo hace ahora diez años atrás cuando se sentó con Bertín Osborne a charlar sobre lo divino y lo mundano. “Yo estaba en Málaga y me lo dijeron cuando llegamos a casa de mis padres, en Madrid, y la putada fue que era el momento en el que mejor estaba mi familia”, se sinceraba el polifacético artista con el presentador. A su lado estaba su esposa, que acompañó a la familia en tan duro proceso: “Fue un momento durísimo para toda la familia y Mario estuvo años sin sonreír”, añadía la cantante. Lo peor que llevó Mario de este duelo es la imposibilidad de despedirse de Ángel, de decirle todo lo que le quería y subrayar lo importante que era para él su presencia. Algo de lo que tuvo ocasión tiempo después de su muerte, en un suceso paranormal: “Un día, por la noche, mi hermano se despidió de mí. No le vi, simplemente noté que me abrazaba”.
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