Aniversario

La última noche que pasé contigo: 21 años sin Carmina Ordóñez, el final de fiesta de “La Divina” en La Notte de Marbella

Se cumplen 21 años de su fallecimiento

Carmina Ordóñez
Carmina OrdóñezGtres

Vivió como le dio la gana. Carmina Ordóñez era una habitual de las noches marbellíes y formó parte de la llamada "jet set" de la ciudad. Toda una dama, llena de luces y sombras, que le tocó vivir una época de conservadurismo, que combatió con su particular rebeldía enfrentándose a casi todo. A casi todo, menos a ella misma. Poco antes de marcharse, quiso poner el punto y aparte al tabú de la violencia machista en las clases pudientes y habló sobre esas “malditas adicciones” que al final acabaron con ella. Carmina denunció a su último marido, Ernesto Neyra, por maltratos físicos y psicológicos, aunque finalmente él fue absuelto por falta de pruebas. Ese episodio marcó un antes y un después en la vida de la diva.

Ernesto Neyra y Carmina Ordóñez
Ernesto Neyra y Carmina OrdóñezKPGTRES

Carmen Ordóñez murió en su casa de Madrid en la madrugada del 23 de julio de 2004. Según contó su familia, sufrió un infarto mientras estaba en la bañera, pero este suceso solo fue el epítome de una vida que se empezó a difuminar dos años y medio antes, cuando un día, armándose de valor, se sentó en el plató de "Crónicas Marcianas" para afirmar que había sido víctima de esa violencia machista. Desde entonces todo fue diferente para "La Divina", la reina de cualquier sarao que se preciara. En Marbella, años después de su muerte, muchos recuerdan su última aparición pública, trece días antes de fallecer en una fiesta en La Notte. Allí estuvimos con ella sin saber que esa sería, como dice la canción, "La última noche que pasé contigo". Una vez más, la bella sin alma, pisaba el santuario de La Notte, el relicario de Menchu y Paolo donde tantas veces había apurado hasta el último segundo de la noche. Su amigo Yeyo Llagostera presentaba ese día su libro. “La locura de vivir”, una biografía en la que Carmen había participado en numerosos episodios de la vida de este Chory, único superviviente de toda la pandilla de la Marbella dorada. Ese sábado 10 de julio, con una delirante Carmina delante, nadie presagiaba que sería la última vez que vería la caída de melena de ébano de la Ordoñez mientras se mesaba los cabellos. Allí estaba, vestida toda de negro, y luciendo unos kilos de más por la medicación que tomaba. Ese día recordó con Yeyo las noches doradas que junto a su amor incondicional, Antonio Arribas, el prestidigitador de sueños que le enseñó, en el más amplio sentido de la palabra, las luces y las sombras de la noche marbellí. Los amigos de Carmen siempre aducen que "La divina" nunca olvidó a Antonio y que, también como ella, murió en la más absoluta soledad en su apartamento.

La última farra de Carmina

La noche de la presentación del libro de Yeyo dio para mucho. Después de que se terminara la farra en La Notte, la panda de amigos -con Carmina incluida- se fueron a continuar el sarao a uno de los casoplones de la Virginia, donde vivía otro encantador de serpientes de la noche marbellí: el mágico Nacho Angulo, profesional de lujo que dirigía Marbella Club y que era íntimo de Carmina. Algunos de los que asistieron a esa fiesta cuentan que se acabó el jolgorio con los primeros rayos del amanecer, “como antiguamente” y que “no faltó de nada”. Carmina, días después de esta fiesta, tenía cita en Barcelona para pasar uno de sus controles médicos en la clínica donde estaba tratándose de sus adiciones de diversos fármacos y de la cocaína. Se había concienciado firmemente de su enfermedad y quería salir. Incluso había llegado a reconocer después de mucho tiempo que en alguna ocasión se había metido “alguna raya como en todo el mundo”. Fue Pepe el Marismeño el que declaro públicamente en la televisión que Carmen y él habían consumido cocaína juntos.

Carmen Ordóñez con sus hijos, Francisco, Cayetano y Julián. AH / ©KORPA
Carmen Ordóñez con sus hijos, Francisco, Cayetano y Julián. AH / ©KORPAAH©KORPA

Su “top less” en Marbella

Carmense puso el mundo por montera. Era una de las protagonistas preferidas de cualquier página en blanco del corazón que se preciara. A veces pactaba sus propias exclusivas, como nos cuenta a LA RAZÍN Juan Carlos Teuma, el paparazzi más longevo de la Costa del Sol: “Hicimos el 'top less' de Carmina aquí en Marbella en un barco, totalmente pactado con un dinero que se llevaba ella. Y yo, que por aquel entonces, era amigo de su padre, Antonio Ordoñez, tuve una bronca con él espectacular porque el padre, claro, no sabía que la hija estaba metida en el ajo de las fotos. Ella era muy especial para todos nosotros que trabajamos en aquella Marbella”. Su repentina muerte, con tan solo 49 años, estremeció al papel "couché" donde había sido sin duda “la divina de todas las divinidades”: hija, esposa y madre de toreros. Todas las publicaciones en estas fechas de su defunción recuerdan de nuevo su vida: sus tres matrimonios, el nacimiento de sus tres hijos, su personalidad, sus amigos y su pasión por Marruecos y El Rocío. Su trágico final aun la elevó más a los altares. Las divas nunca mueren.