Estrella Morente

El forense desacredita a los Morente

Asegura que la atención al cantaor en la Clínica La Luz fue «adecuada» y que la denuncia se debe a un «malentendido»

El forense desacredita a los Morente
El forense desacredita a los Morentelarazon

El inesperado adiós de Enrique Morente el pasado 13 de diciembre de 2010 en la Clínica La Luz enmudeció horas de cante y pasión y transformó voces hechas para el arte en puros quejidos. Desde su muerte, la familia del cantaor ha defendido incansablemente la existencia de una «grave negligencia médica» que provocó el fallecimiento del artista «desangrado». Su hija Estrella aseguraba el octubre pasado que «vivimos emocionados y pendientes de un proceso judicial que ha destrozado nuestra vida». Y añadía: «No podremos ser felices hasta que la Justicia forme parte de la medicina de nuestra casa» y remedie «algo tan tremendo, doloroso y grave». Ahora parece que la tragedia familiar de los Morente puede ir esclareciéndose, al menos en la vía judicial, aunque probablemente no con los resultados que esperan. Es lo que se desprende del informe médico-forense encargado por el juez sobre el tratamiento de Enrique Morente en la Clínica La Luz. Las conclusiones, firmadas por el médico Julio Lorenzo Rego, respaldan la praxis de la clínica.

En el informe asegura que, desde su ingreso el 2 de diciembre de 2010 hasta su fallecimiento el día 13, «la actuación médica llevada a cabo durante todo el proceso médico al paciente Enrique Morente Cotelo en la Clínica La Luz (...) se ajustó al ''lex artis'' por parte de todo el personal facultativo que intervino». Asimismo, considera «adecuada» la actuación médica, tanto en la operación como en la UCI.

Otra de las vías en las que la familia hace hincapié para argumentar la negligencia es la posible manipulación de los informes médicos. Según declararon a los medios, Curro Conde –el hermano del marido de Estrella Morente– tenía en su posesión unas grabaciones de audio de cerca de 30 horas en las que se escuchaban «barbaridades» entre enfermeras, anestesistas y técnicos de La Luz para «intentar manipular» lo que realmente sucedió con el cantante. Aunque el perito sí reconoce que «en mi opinión ha existido una cierta falta de rigor documental», también matiza: «Sin repercusión alguna –ni siquiera mínima– en el conocimiento de la evolución del paciente para los facultativos y, por lo tanto, sin repercusión alguna en el buen tratamiento suministrado al enfermo». De hecho, el médico forense asegura que la historia clínica «se ajusta completamente a las exigencias legales» y no se aprecia en la misma «ausencia ni manipulación de ningún elemento que impida llegar al conocimiento de lo realmente sucedido».

En cuanto a la información que se prestó a los familiares, Lorenzo –recalcando que se trata de una «impresión»– comenta que «se ha podido producir una descoordinación entre quienes facilitaban la información a familiares durante las primeras fases del período postoperatorio de la segunda intervención, sin que ello necesariamente haya significado falta alguna a la verdad sobre la realidad del paciente». El forense añade que «además, pienso que es ahí –un malentendido– donde ha estado el origen de la denuncia que originó este procedimiento».

En cuanto a la polémica sobre el repentino agravamiento de su estado de salud, el forense asegura que «no fue posible detectar (...) el brusco empeoramiento (...) La evolución era completamente satisfactoria hasta la súbita e imprevisible hemorragia intraabdominal». Asimismo, defiende el procedimiento de la clínica asegurando que «fue prácticamente imposible actuar con mayor celeridad», ya que el centro «no dispone de cirujano de guardia de presencia física un sábado por la noche, aunque está localizado».