Javier Ortega Smith dice adiós a su soltería dorada: sabemos el nuevo sitio de la celebración de su boda

Toledo huele estos días a membrillo y a granada madura. Sus atractivas notas buscarán hoy imponerse a los exquisitos perfumes de los invitados al enlace de Javier Ortega Smith (1968) y Paulina Sánchez del Río Nájera (1981), en el Monasterio de San Juan de los Reyes. En este templo construido por encargo de los Reyes Católicos, apostado en la margen derecha del río Tajo, el secretario general de Vox pierde su soltería dorada, una condición que le ha permitido mantenerse hasta la edad otoñal entre los hombres más codiciados.

La boda tendrá luego su celebración en la Venta de Aires, junto al circo romano de Toledo. Aunque en un principio se creía que iba a ser en el Cigarral Santa Elena, una suerte de finca que mira justo a la iglesia donde contraerá matrimonio. La propiedad la adquirió su bisabuelo, Dámaso Fernández-Arias en 1931 y ha ido pasando de generación en generación manteniendo siempre (la casa supera los los 400 metros cuadrados) su característico torreón, visible desde la carretera. El lugar es uno de los pocos cigarrales que sigue en las mismas manos desde hace décadas. Por eso, el político, que ha encontrado ese amor tardío en una adinerada ejecutiva mexicana, directora de comunicación desde 2015 del HSBC, el quinto mayor banco del mundo, gusta de hacer encuentros discretos en este lugar con sus amigos toledanos y líderes del partido. Aquí, la discreción está más que garantizada. El cigarral es un búnker perfecto, algo que ya descubrió en su día la popular María Dolores de Cospedal, vecina en estos lares toledanos.

El novio, que se suma a la fiebre casoria que se ha desatado en España con el alivio de las restricciones pandémicas, llegará del brazo de su madre, Ana María Smith-Molina Robbiati, una bonaerense de 79 años descendiente de una acaudalada familia dedicada a proyectos de ingeniería civil en Argentina. La figura de su padre, el guipuzcoano Víctor Manuel Ortega, fallecido en diciembre de 2019, será sin duda una de las más evocadas.

Entre los invitados al enlace destacan Santiago Abascal y su esposa Lidia Bedman. La influencer apuntaba hace unos días en su cuenta de Instagram algunas pistas de cómo sería su «look» de invitada: de corte sencillo y líneas que realzarán su figura. Como es de esperar, marca española. Una firme candidata es Vogana, la marca fundada por Carmen de la Puerta cuyos diseños se fabrican exclusivamente en España. Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio y Macarena Olona serán otros de los rostros más conocidos que acompañarán a la pareja.

Madrileño y con doble nacionalidad española y argentina, el político de Vox vivió una infancia acomodada en la calle Arturo Soria, pero su vínculo con Toledo es fuerte, a la par que desconocido. Durante su infancia estudió durante tres cursos en el Palacio de los Condes de Cedillo, entonces llamado Colegio Sadel, un centro del casco histórico de la ciudad, donde hizo amigos que aún conserva. El resto, de su educación transcurrió en Madrid. En la capital cursó sus estudios en el colegio San Agustín, igual que sus hermanos, Víctor Manuel y Fernando. Para la hermana, María Elena, la familia escogió el colegio Sagrado Corazón, a pocos metros. Después se licenció en Derecho, dando así continuidad a la saga familiar de juristas. Sus convicciones y lealtad a la bandera le llevaron en esa época a alistarse voluntario en el Ejército en la Compañía de Operaciones Especiales del Ejército, conocida como boinas verdes. La disciplina castrense le ayudó a forjar ese carácter decidido, ordenado, metódico y leal que tiene. Ama Galicia, el deporte y la montaña. Hoy su boda tendrá un indudable eco mediático, aunque su familia es de perfil extremadamente bajo. Pero el desfile de invitados, no ayuda a mantenerlo.