Opinión
La crónica de Amilibia: Pedro guapo, guapo y guapo
Ana Renedo es la única mujer que puede tocarle las narices al presi. Begoña Gómez aparte, claro. Es la maquilladora de Pedro Sánchez, un trabajo por el que este año va a recibir de la Moncloa 30. 346 euros. Por esa cantidad tendrá que ponerle guapo 119 veces. Me imagino que el año próximo recibirá un sueldo mayor, por ser electoral y más necesitado de retoques. Poco me parece, la verdad. Hay que tener en cuenta que maquilla a un hombre con mucha cara. Si Él no representa los 50 años que acaba de cumplir, en gran parte se lo debe a Ana, a las visitas al doctor Jaén (dermatólogo), a un tratamiento con láser o radiofrecuencia y a las inyecciones de ácido hialurónico, botox y vitaminas que según las lenguas viperinas se chuta puntualmente.
Paloma Ramón, especialista, ha analizado su imagen y dice que se ha pasado con el tratamiento de las marcas de acné «y eso le ha cambiado la expresión: ahora es más hierática y dura». O sea, que si su cara se vuelve más dura, ya sabemos a qué se debe. El diputado Cambronero ha dirigido una pregunta al presi para que explique la pasta gansa que gasta Moncloa en su cuidado facial: le parece excesiva. Como si la hermosura del líder no fuera ya Patrimonio de la Humanidad, reconocida en los confines del universo y más allá.
Cambronero: ¿queremos o no queremos tener un presidente que arrebate en sus viajes internacionales («¡hot president!», coreaban las norteamericanas), que enamore a la primera ministra neozelandesa y al que haga ojitos hasta Ursula Von der Leyen? Cuando nos falte la luz y el calor, Él será nuestro sol. Una pena que en Rusia no haya una presidenta...
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