La crónica de Amilibia

Yolanda Díaz, “Existo, luego te jodes”

La apuesta imposible de Yolanda Díaz
La apuesta imposible de Yolanda DíazMarta Fernández JaraEuropa Press

Comienza el tour dispuesta a escuchar a todo bicho viviente, incluso a los zombis. Comentan los analistas que Yolanda recupera el modelo Iglesias: la confrontación con el PSOE. Total, para lo que le queda como vice segunda. Va al choque, abandona el sosiego, le meditación zen, el toqueteo y los abrazos, la dulce sonrisa y la pasión pétrea por Pedro, y vuelve a su auténtica naturaleza de prologuista del Manifiesto Comunista. Si quiere un proyecto propio, tiene que lucir un modelo propio, y esta vez no le sirve Zara ni tan siquiera la melenaza al viento porque-yo-lo-valgo. Eso es al menos lo que delata el pin que luce sobre su pecho (el izquierdo) en la foto que publicó este periódico el pasado miércoles: «Existo, luego te jodes».

Ahí tienen a la auténtica Yoli dando la chapa, el palo sin zanahoria dirigido a propios y extraños. ¿Será el eslogan de su campaña electoral en las elecciones de 2023, dirigido especialmente al capitalismo y a Núñez Feijóo? Atrás quedan sus lamentos por las controversias de sus coleguis de Podemos con el socio mayoritario. Ahora enseña el refajo debajo del modelito fashion. Cuando muchos creían que iba a sumar para virar el centro, porque lejos de él sólo quedan la momia de Lenin y Enrique Santiago; cuando se pensaba que iba de marchita hacia una cosa mona entre el eurocomunismo prêt-à-porter y el Corte Inglés, que es el centro en el que acaban todos/todas, la Yoli dice aquello de Mae West: «Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mucho mejor».

Ahí está la amazona bravía y roja que cabalga por su nueva pasarela: existe y te jodes. Lo de antes solamente era coqueteo. Nada personal, sólo negocios.