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El estilo de Ábalos, Cerdán y Armengol, una pasarela de escándalo
Analizamos el estilo de los principales protagonistas del «caso Koldo» en el Congreso de los Diputados
Si siguiéramos esa máxima que afirma que la elegancia es el arte de pasar desapercibido, deberíamos reconocer a José Luis Ábalos, el personaje más famoso de la política española de las dos últimas semanas, con permiso de Koldo García, como el hombre más elegante de nuestro país. Desde mediados de febrero hemos vuelto a fijarnos en el estilo del hombre más apestado actualmente de la política patria (y esto lo decimos porque hasta en el Grupo Mixto han dicho que para qué se iba con ellos). Y lo cierto es que es difícil ponerle en estos días un pero al exministro. La corbata la suele lucir con nudos generosos, pero bien medidos y adecuados a su silueta. La camisa la lleva prácticamente perfecta y hasta el propio cuello parece sacado de la sastrería del mismísimo Rey de España. Su estilo, impecable, parece querer enviarnos un mensaje de seriedad, transmitiendo un aire de confianza que nos haga dudar de si realmente sabía o no todo lo que, al parecer, estaba haciendo su compañero Koldo García. De hecho, si comparamos a Ábalos con la actual bancada azul del Congreso de los Diputados, el extitular de Transportes gana por goleada a más de uno… una situación que ya le gustaría estar disfrutando en el terreno político.
No muy lejos de esos sillones tan codiciados por la clase política se sienta Santos Cerdán. El político navarro, cuyo nombre es fundamental para entender la actual deriva del gobierno socialista, ha evolucionado a pasos agigantados en lo que a estilo se refiere, pisando el acelerador en los últimos meses. Basta echar un vistazo a algunas de sus fotos de perfil para descubrir cómo cada vez más la corbata tiene mayor protagonismo en su armario. Eso sí, en esos terrenos se maneja peor que su antecesor, de quien quizás debería tomar alguna clase.
Cerdán suele apostar por un estilo informal para pasar desapercibido, como lo fue hasta el verano pasado, tras perder las elecciones el PSOE. A partir de entonces, nos hemos ido fijando cada vez más en su manera de vestir. La fotografía del navarro sentado a la vera de Carles Puigdemont con su apuesta por el traje azul y la llamativa corbata naranja le convirtió en una de las caras más conocidas de España y hoy su nombre sale día sí y día también en la prensa.
La última protagonista principal en el nuevo drama que emerge de la Carrera de San Jerónimo es Francina Armengol. La presidenta del Congreso está ahora (y cada vez con más fuerza) en el ojo del huracán, pero ni por esas parece que el vendaval le despeine su melena de raya a un lado. Tan difícil es de obviar el escándalo que se le viene encima como el estilo que está marcando desde el sillón más destacado de la cámara baja. El vestido azul de la jura de la princesa Leonor marcó un antes y un después. Es la máxima defensora del vestido saco, como lo era Balenciaga. Ya sea en verano o en invierno, llueva o haga sol.
José Luis Ábalos
Al político valenciano hay que reconocerle que con el tiempo ha ido ganando en elegancia. La corbata, con nudos generosos, ha cobrado especial relevancia y con su estilo, impecable, parece querer enviarnos un mensaje de seriedad, transmitiendo un aire de confianza en un momento en que lo necesita.
Francina Armengol
Como se observó durante el almuerzo que los Reyes de España ofrecieron al presidente de Guatemala, suele escoger modelos en potentes tonalidades o estampados. Es una manera de crear un uniforme para su día a día con el que le resulte fácil combinar los collares de piedras de colores que suele lucir.
Santos Cerdán
El secretario de Organización del Partido Socialista ha evolucionado hacia un estilo más informal con el que trata de pasar desapercibido. Esta imagen sin corbata permite dejar atrás aquella fotografía con traje azul y una llamativa corbata naranja que le convirtió en una de las caras más conocidas de nuestro país.
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