Mario Conde, el exbanquero que fue condenado por el "caso Banesto", cumple 75 años

Mario Conde cumple hoy, 14 de septiembre, 75 años. Retirado de la vida pública, el exbanquero protagonizó uno de los mayores escándalos financieros ocurridos en España y fue condenado por ello. Ahora, lleva una vida alejada del foco mediático en Los Carrizos, su finca sevillana, junto a su pareja Adriana Torres.

El gallego se licenció en Derecho en Deusto y logró con 24 años la nota más alta de la historia en las oposiciones a la Abogacía del Estado. Comenzó ahí una carrera imparable; a finales de los 70 se convirtió en director de los laboratorios farmacéuticos de Juan Abelló y lograron una fortuna vendiendo Antibióticos a Montedison. Un dinero que invirtieron en lograr el control de Banesto. Mario Conde fue, con 39 años, el director más joven de la entidad.

Su look impecable y engominado marcó un estilo. Era la viva imagen del éxito. Ya entonces era propietario de un palacete en la calle Triana de Madrid, una mansión en Mallorca, un yate, un palacio de caza, La Salceda, en Toledo, un castillo en Chaguazoso (Orense), y la finca sevillana en la que ahora vive.

En 1993, Banesto fue intervenido por un agujero de 450.000 millones de pesetas. Fue condenado a 20 años de cárcel por estafa y apropiación indebida de la que cumplió cuatro en Alcalá-Meco por buen comportamiento. En 2016 era de nuevo detenido acusado de una trama de blanqueo y delitos contra la Hacienda, donde también fueron imputados sus hijos Alejandra y Mario jr, aunque la causa fue archivada por el juez Pedraz en 2019.

La política también le sedujo. En 1998 se afilió al CDS de Suárez, presentándose a las elecciones de 2000. Lo volvió a intentar fundando Sociedad Civil y Democracia, pero sin éxito.

En 2007, recién salido de la cárcel, sufre un gran espaldarazo con la muerte de su mujer, Lourdes Arroyo, víctima de un tumor cerebral.

En 2009 conoció a su segunda mujer, María Perez-Ugena, profesora de Derecho Constitucional, con la que se casó en 2010, pero ocho años después pusieron punto y final a su matrimonio. Durante el confinamiento conoció a Adriana, divorciada del empresario Felipe del Cuvillo y madre de tres hijas. Es a día de hoy su principal apoyo.