El dron, ¿un miembro más en las oficinas del futuro?

Llámalo dron. O llámalo Vehículo aéreo no tripulado (VANT). O ponle el nombre que quieras, pero acostúmbrate a convivir con estos aparatos, porque han llegado para quedarse. Sirven para espiar, para fotografiar a unos acaramelados novios, para repartir una caja de cervezas o para traer un café ¡sin que ni siquiera lo hayas pedido!

Los drones funcionan de una forma muy similar a la de un helicóptero gracias a sus hélices y a un regulador. Puede ser controlado desde tierra o tomar sus propias decisiones en función de complejos softwares. Entre los principales fabricantes de drones hay empresas de las principales potencias europeas, China y Estados Unidos.

Distintos tipos de drones

En cuanto a lostipos de drones, la clasificación más extendida es la que los divide según el modelo de ala: fija (con una estética parecida a un pequeño avión), rotatoria (con las “palas” de helicóptero que todos conocemos) o el dron híbrido (capaz de hacer vuelos de alta velocidad, como el primer tipo, y a la vez de aterrizar y despegar de forma vertical, como el segundo).

También se les puede clasificar por el número de hélices, desde los aparatos de rotor único a los que tienen ocho, aunque el más extendido es el quadcóptero, con cuatro palas de rotor, ya que es capaz de levantar un peso enorme sin ningún ajuste adicional de ingeniería, por lo que se convierte en la solución más rentable en la mayoría de las aplicaciones, según la web especializada Filmora.

Una tercera clasificación es por el tamaño, desde el minidron o el nanodron (algunos de ellos de apenas unos pocos centímetros de diámetro) hasta los drones autopilotados del tamaño de un avión, con funciones principalmente militares.

Una cuarta y última división es la de la autonomía de estos aparatos. La duración de su batería va desde los que apenas duran 15-20 minutos, dentro del campo estrictamente de la juguetería, hasta los “drones de resistencia”, con una capacidad de vuelo de 36 horas y la posibilidad de elevarse hasta los 1.000 metros. Son ideales para las labores de vigilancia, en todos sus ámbitos.

Sea cual sea su método para volar y desplazarse, sus aplicaciones son casi tan amplias como necesidades tenga el ser humano. Algunos expertos hablan de más de 300 usos distintos, una cifra que aumenta cada mes. La imaginación es libre y la capacidad de inventiva de los ingenieros para satisfacer las demandas del cliente, también.

Para qué sirven los drones

Una vez puestos en vuelo, el funcionamiento de los drones dependerá del equipamiento que lleven a bordo, ya sea una simple cámara, muy popular para reportajes, documentales o ficción; un GPS, que fija la ubicación exacta; o el sistema First Person Viewing (FPV), que permite grabar tal y como lo están viendo los espectadores. Y a partir de ahí... a dejar volar la imaginación.

Bodas, bautizos... y publicidad

Uno de los campos en los que el dron ha tenido mejor acogida es el de la grabación de imágenes aéreas para actos de empresa, eventos deportivos, vídeos promocionales o campañas publicitarias, así como todo tipo de reuniones familiares. La bucólica imagen a vista de pájaro de una pareja de novios caminando por la playa o la montaña está haciendo furor. Hoy en día, por menos de 2.000€ se puede acceder a un dron equipado con las herramientas necesarias para la grabación en calidades de hasta 4K, con imagen superestabilizada y de rápida amortización, según la web Drone Spain.

Otra puerta abierta de par en par para este mercado es el del reparto de comida. Google ya ha empezado a repartir alimentos en Australia, Uber trabaja para hacerlo en cualquier punto en 2021, según se desveló hace apenas unas semanas, y en países como Islandia ya es una realidad. El principal obstáculo, en todos los casos, es el de la legislación, que todavía ve más contras que pros.

Dron, ¿me pone un café, por favor?

Los drones vuelan alto, pero también a ras de suelo. Hay proyectos para llevar estos aparatos al ámbito de la oficina, como latecnología patentada por IBM para repartir café entre los empleados de las oficinas y los clientes de la cafetería... ¡sin necesidad incluso de que estos lo pidan!

El invento utiliza la inteligencia artificial y la computación en la nube para, mediante unos drones equipados con cámaras y sensores biométricos, detectar a los empleados y los clientes que han solicitado la bebida, pero también a aquellos que puedan necesitar su dosis de cafeína basándose en factores como el tiempo que han estado hablando o si la conversación parecía tranquila o tensa. Según explica la propia empresa, los drones detectan a personas que levantan la mano o que han pedido un café a través de una aplicación móvil, y a las que "parezca que lo van a necesitar”. ¿Cómo lo hacen? Con distintos sensores que, por un lado, analizan la dilatación de las pupilas y las expresiones faciales y, por otro, procesan datos de los clientes como la calidad del sueño o la agenda de reuniones, según la cual se decidirían sus necesidades de cafeína. Todo, por supuesto, bajo el consentimiento previo de la persona.

Otra puerta abierta de par en par para este mercado es el del reparto de comida. Google ya ha empezado a repartir alimentos en Australia, Uber trabaja para hacerlo en cualquier punto en 2021, según se desveló hace apenas unas semanas, y en países como Islandia ya es una realidad. El principal obstáculo, en todos los casos, es el de la legislación, que todavía ve más contras que pros.

Más sencillo que esto es el plan de Amazon para repartir sus productos mediante drones, un experimento que lleva casi tres años probándose, aunque se ha topado con obstáculos legales. La primera entrega, en 2016, se hizo en tan solo 13 minutos. A la empresa ya le han salido competidores en esta práctica, desde lachina JD hasta gigantes como Apple, Uber o Microsoft, que tienen ya muy avanzados sus programas de entregas de mercancías a través de estos aparatos.

Mapas a vista de pájaro

Los drones han revolucionado además el sector de la topografía y la cartografía. Ofrecen información mucho más precisa y asequible que cualquier otro medio tradicional, desde los aviones hasta la observación sobre el terreno. Losprogramas informáticos que procesan estos datos hacen el resto. Seguro que a muchos de los cartógrafos que acompañaban a los exploradores les hubiera gustado tener un aparato de estos a su alcance. Por ejemplo, en la actualidad en el campo de las investigaciones arqueológicas, en Perú se emplearon drones para proteger los restos de Machu Picchu o para estudiar las ruinas de Cerro Chepén. En este último caso, se tomaron 700.000 fotografías en sólo diez minutos. Una capacidad de trabajo sin competencia con ningún otro medio humano o tecnológico.

Con la misma facilidad con la que fijan una coordenada, estos aparatos controlan desde las alturas cualquier movimiento de personas al margen de las condiciones de luz o barreras físicas, gracias a cámaras térmicas. Se pueden usar para encontrar personas desaparecidas, controlar fronteras o incluso reconstruir crímenes. También para casos de emergencias. Estos pequeños aparatos pueden trasladar en unos pocos minutos, a prácticamente cualquier punto, el material médico necesario para salvar a una persona. Los investigadores trabajan ya en infinidad de prototipos, como éste de la Universidad de Huelva especializado en rescates cerca de la costa.

Por último, los drones se han introducido también en el mundo rural, donde ejercen de “pastores aéreos” para controlar al rebaño de las grandes explotaciones, o en el campo de las investigaciones arqueológicas. Un ejemplo: en Perú se emplearon para proteger los restos de Machu Picchu o para estudiar las ruinas de Cerro Chepén. En este último caso, se tomaron 700.000 fotografías en sólo diez minutos. Una capacidad de trabajo sin competencia con ningún otro medio humano o tecnológico..