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Jóvenes parados emigrantes de ida y vuelta

Alemania y Reino Unido son las dos caras de una misma moneda: la de la emigración española forzada por la crisis. Pero con notables diferencias. Mientras Alemania desea la llegada de jóvenes extranjeros, Reino Unido pretende frenar una tendencia que se ha disparado

Tras regresar de Londres, Cristina espera encontrar becas en España que le permitan labrarse un futuro
Tras regresar de Londres, Cristina espera encontrar becas en España que le permitan labrarse un futurolarazon

Mientras el Gobierno de Angela Merkel necesita cubrir 800.000 puestos de trabajo, las intenciones de David Cameron se ven comprometidas con la llegada, en un año, de 25.000 españoles –un aumento del 85 por ciento– que se incorporaron a la Seguridad Social británica. Eso sí, los españoles que buscan abrirse nuevos caminos prefieren mirar a Londres que a Múnich o Fráncfort.

Seguimos buscando fuera lo que no encontramos en casa. El Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) del INE aporta pistas. Las tímidas subidas en el censo de españoles en el extranjero que se dieron hasta 2009 se dispararon un año después: de poco más de 1,3 millones se pasó a más de 1,4. Y, hasta julio de 2011, se habían sumado casi 60.000 españoles más.

Las empresas de recursos humanos no dan a basto. «En los últimos dos años, las solicitudes para trabajar en el extranjero se han duplicado», dice Marta López-Tappero, responsable del departamento de movilidad internacional de Adecco. Por cercanía, preferimos a emigrar a Portugal, Reino Unido, Francia y Alemania. Pero no nos cerramos a EE UU, Brasil, México y Argentina. «Son sobre todo perfiles técnicos», afirman desde Adecco. Así, los ingenieros e informáticos copan las peticiones. Ahora bien: ¿nos siguen recibiendo con los brazos abiertos?
«Nos sentimos europeos de "segunda"», cuenta Cristina Alcañiz, de 25 años. Junto a su hermana Patricia, esta licenciada en Administración y Dirección de Empresas acudió a Londres con la intención de perfeccionar su inglés y, con suerte, encontrar trabajo. Pero no tuvo fortuna.
Se inscribió en bolsas de empleo para encontrar un trabajo acorde a su formación. «Un trabajo que consistía en vender de puerta en puerta te lo "vendían"como márketing», recuerda. También le ofrecieron una «beca de teleoperadora», pagada con 300 euros al mes. «En Londres hay tantos extranjeros que acaban cansados de nosotros. Además, a los españoles nos meten en el saco de los "latinos": que si no sabemos inglés, que si somos fiesteros...», añade. Cristina ya ha regresado a España. ¿Qué le espera ahora? «"Echar"para becas... y quizás hacer un máster».

¿Nivel «medio» de inglés?
«El número de consultas para encontrar trabajo en Reino Unido se ha incrementado de forma exagerada», afirma Silvia Estivil, secretaria general de la Cámara de la Comercio Española en el Reino Unido. Y es que «esto no es lo que era: antes llegabas a Londres y encontrabas un trabajo, mejor o peor». Y, con lo que conocemos en España como nivel "medio"de inglés, «como mucho puedes trabajar en la hostelería». Con todo, Estivil recuerda que «el mercado de Reino Unido es más dinámico». De hecho, la tasa de paro es sólo del 8 por ciento. Pero con estos volúmenes de inmigración «resulta complicado». En Francia tampoco es fácil abrirse un camino. «Hay menos casos de españoles que vengan a trabajar. Francia cuenta con mayor tasa de paro que otros países», dice Bertrand Barthélemy, director de la Cámara Franco Española de Comercio e Industria.

¿Y en Alemania? «Sólo 80.000 españoles viven en el país», dice Walter von Plettenberg, director gerente de la Cámara de Comercio Alemana para España. Ese «sólo» es significativo. Y es que existe en el país germano «un gran déficit de trabajadores». «Tenemos un problema demográfico: muchos trabajadores emigran y, además, contamos con una tasa de natalidad muy baja», añade. Con todo, ya se ha registrado un repunte. Tras la visita de Angela Merkel a España en febrero, algunos políticos alemanes propusieron que los ciudadanos de un país con una tasa de paro alta deberían tener en cuenta destinos como Alemania. «Desde entonces, entre 15.000 y 20.000 españoles han solicitado venir a trabajar a través de la red EURES». señala Von Pettenberg.

No fue tan negativo el paso por Bruselas de Javier López Recio, aunque reconoce haberse llevado un sabor agridulce. Cuenta este periodista que, hace dos años, aterrizó en la capital belga como una «versión moderna de Paco Martínez Soria» sin saber «ni papa» de idiomas. Llegó con una beca de la Fundación Galicia Europa y, además, colaboraba para una revista económica. Pero el pasado año, ambas cosas se esfumaron.

«Estuve cerca de conseguirlo»
«Intenté encontrar trabajo de lo mío. Y estuve cerquita de conseguirlo en la Sociedad Científica Española», dice. Al final, encontró trabajo en una tienda de Zara, donde lleva año y medio. Ahora regresará a España, pero ya tiene planeado un nuevo destino: Chile. «Te vas con cierta amargura, pero ha sido una buena experiencia: he viajado mucho, me manejo en francés e inglés y he hecho grandes amigos», dice.

También están los que logran asentarse. A Gonzalo Márquez, de 31 años, le llaman en su casa «el alcalde». Lleva dos años y medio en Houston (EE UU), donde trabaja como portavoz de comunicación del Ayuntamiento. Con crisis o sin ella, cree que siempre es buen momento para lanzarse y salir de España. Lo que no quita que tenga ganas de volver. «Sonará un poco raro, pero para mí es incluso un buen momento para regresar», asegura.


Se buscan ingenieros, cocineros, médicos...
Ingenieros, personal de hostelería (cocineros y camareros), docentes de español y personal sanitario. Según el acuerdo firmado a principios de año entre los Servicios Públicos de Empleo de España y Alemania través de la red EURES, éstos serían los perfiles profesionales más demandados en el país germano. De hecho, Alemania calcula que para 2020 necesitará 56.000 médicos más y 140.000 profesionales de personal sanitario.