Finanzas

El forro y el cinturón

La Razón
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El striptease nada integral de la clase política española abre más interrogantes de los que despeja. Queda al descubierto, salvo excepciones, que sus señorías están forradas. Van sobradas. Y se convierte en un auténtico misterio el que mientras unos acumulan en un mismo lote chalés, fincas, sociedades varias, parcelas, hípicas, envidiables apartamentos en la costa y vistosas flotillas de vehículos de alta gama, otros van tirando con mil eurillos ahorrados a pesar de sus jugosos ingresos, como en el enigmático caso del señor Gómez (¡ay, pobre!). Una de las claves que explica un milagro que deja en mera tentativa el de los panes y los peces es que ganen mucho o muchísimo y no gasten un duro. Para eso está el partido o el grupo, léase el contribuyente. Y en consecuencia todo al canasto, es decir, a acciones, valores y productos de renta fija o fondos de inversión. ¡Cuánto colorido, qué imaginación y cuántos miles de euros circulando por aquí y por allá! ¡Y eso que la fiesta ha terminado! Eso sí, consumado este necesario aunque insuficiente destape, rogamos a los «indignados» que no den la brasa más de lo recomendable y se abstengan de anotarse un tanto en la lucha por la transparencia en las cuentas de nuestros dirigentes. La reivindicación ahora parcialmente satisfecha era muy vieja, y la presión surgió ya hace meses ante incrementos patrimoniales tan espectaculares como injustificables denunciados por periodistas independientes. No sólo eso, imploramos a nuestros políticos que se abstengan que cacarear como un mantra eso de que estamos en tiempos de abrocharse el cinturón. El ciudadano corriente y moliente se ha desesperado de hacer agujeros a una correa que no da para más. La cintura de sus señorías todavía da para mucho. ¡Ánimo con sus ajustes!